El pontífice expresó que la mentalidad de que una mujer debe ser explotada como una «mercancía» para usarse y luego tirarse es «patológica».
El papa Francisco definió la prostitución como una «esclavitud y un acto criminal», una actividad en la que predomina la mentalidad de que las mujeres deben ser explotadas como «mercancía».
El pontífice cuenta que conoció «todo el dolor, la injusticia y el efecto de la opresión» tras visitar la Comunidad Papa Juan XXIII, una asociación caritativa católica que acoge a pobres, prostitutas o adolescentes con problemas.
Como parte del prefacio del libro escrito por el sacerdote Aldo Buonaiuto, titulado ‘Mujeres crucificadas. La vergüenza de la trata contada desde la calle’, el papa Francisco reconoció que al conocer a estas víctimas sintió la necesidad de pedirles perdón por las «verdaderas torturas que tuvieron que soportar debido a los clientes, muchos de los cuales se llaman cristianos».
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«Cualquier forma de prostitución es una esclavitud, un acto criminal, un vicio repugnante que confunde hacer el amor con desahogar los instintos torturando a una mujer indefensa», escribió el papa Francisco en el prefacio, que fue publicado por el diario italiano La Repubblica.
«Mujer como mercancía»
Para Francisco, la mentalidad de que una mujer debe ser explotada como una «mercancía» para usarse y luego tirarse es «patológica». «Es una enfermedad de la humanidad, una forma incorrecta de pensar acerca de la sociedad», denunció la máxima autoridad de la Iglesia católica.
El papa pidió liberar a las «pobres esclavas» y que el grito de las víctimas no sea indiferente para las personas y las instituciones. «Nadie debe darse la vuelta o lavarse las manos de la sangre inocente que se vierte en los caminos del mundo», escribió.
Un tema recurrente
No es la primera vez que el papa Francisco denuncia a los clientes que pagan a prostitutas. En marzo de 2018, durante una reunión previo a un gran sínodo de obispos sobre la juventud, el obispo de Roma calificó de «criminales» a quienes pagan por sexo.
El papa agregó que probablemente un 90 % de los hombres italianos que pagan a las prostitutas son católicos. «Pido perdón por todos los católicos que cometen este acto criminal», expresó el pontífice.
«Es una enfermedad de la humanidad, una enfermedad de ver la sociedad de cierta manera, un crimen contra la humanidad», dijo Francisco.