El sigiloso y fugaz atraco ocurrió ayer a media mañana al sur del radio céntrico de Trelew y a los pocos minutos la policía encontró abandonado el vehículo que usaron los asaltantes. Fue hallado a pocas cuadras de la firma automotriz.
El hecho sucedió alrededor de las nueve de la mañana en la avenida Hipólito Yrigoyen al 1600 pero los autores entraron por la calle Moreno; por el taller, cuyo ingreso da hacia la parte posterior del edificio.
Hasta anoche la policía no dejaba trascender la cantidad de dinero que se llevaron, pero se hablaba de más de ocho millones de pesos en efectivo y una suma similar en documentos.
Al «golpe» lo dieron en CAPSA, una automotriz que distribuye la marca Chevrolet en la zona, en la que ya ha habido otros atracos con los que la delincuencia se ha alzado con fabulosas sumas de dinero como la de ayer.
El auto que usaron los ladrones apareció abandonado a pocas calles de la automotriz, en el barrio Padre Juan, también al sur de la ciudad, y la policía indagaba a quién pertenece y si es robado. Es un Fiat Palio, del tipo rural, al que las autoridades de la Comisaría Cuarta se llevaron secuestrado del lugar con la finalidad de levantar huellas y otras evidencias de quienes lo utilizaron.
El jefe de Policía hizo declaraciones a raíz del robo y no descartó que en las próximas horas se puedan producir novedades. Aseguró que en la investigación estaban «bien encaminados» y al contar lo sucedido detalló que los delincuentes «entraron por el taller (que está en la parte posterior de la concesionaria) pasan por entre medio de los vehículos que están allí alojados, a la vista de los operarios que en ese momento se encontraban trabajando en ese sector, accedieron al salón en donde había clientela y otros empleados en la parte de las oficinas administrativas; se dirigen a una oficina del tipo contable en donde reducen a la encargada y se apoderaron de un dinero que había allí depositado», explicó el comisario Miguel Gómez.
«Y, así como entraron, así se retiraron; sin llamar la atención. De todo esto ni siquiera se da cuenta el personal que estaba trabajando en una oficina vidriada de al lado, salvo cuando salen corriendo, ya de una manera evidente abandonando el local y haciendo presumir de que algo habían hecho», continuó el jefe de Policía.
– O sea que, por lo que usted dice, en el trayecto que hicieron desde la calle a la oficina en donde robaron ¿no redujeron, golpearon, ni le apuntaron a nadie?
Se le consultó, a lo que respondió que no despertaron siquiera sospechas en «los ocho o nueve empleados que se hallaban en el taller, en los que estaban en el salón de ventas, en los clientes y en los que estaban en oficinas contiguas», señaló.
«En la oficina contable se circunscribe el hecho, en donde a la encargada la llevan hacia la parte posterior donde había una especie de caja que no tiene cerrojo de seguridad, sino que una llave, se la hicieron abrir y se llevaron la plata», relató.