Tras el desembarco de los 83 migrantes del barco de la ONG española Pro Activa Open Arms en la isla italiana de Lampedusa por orden judicial, el buque humanitario Ocean Vikings, con 365 náufragos rescatados hace más de una semana en el Mediterráneo, alertó hoy de una «emergencia psicológica».
Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, las organizaciones a cargo del Ocean Vikings, solicitaron el pasado 13 de agosto autorización para desembarcar en Malta o Italia, por ser los puertos de esos países los más cercanos a la zona de rescate, frente a la costa de Libia, pero no obtuvieron respuesta favorable.
La resolución de la crisis del Open Arms, después de que varios migrantes saltaron por la borda para alcanzar la costa a nado, generó una gran inquietud y nerviosismo a bordo del Ocean Vikings, que navega todavía lejos de la costa, en aguas internacionales, a la espera de un puerto seguro, según informó Télam.