En seis meses, Mauro Icardi pasó de ídolo en Inter a no estar siquiera entre los convocados para el primer partido de la temporada del Calcio como visitante frente a Lecce. El delantero argentino perdió la simpatía de los hinchas, debió ceder la capitanía y, ahora, tampoco usará la camiseta número 9, el símbolo de los goleadores. Ese número quedará para el belga Romelu Lukaku: refuerzo estrella para esta temporada, fue adquirido a Manchester United en 65 millones de euros. Si es que no emigra a Juventus o Napoli, Icardi llevará desde ahora la camiseta número 7.
La situación del delantero argentino en el club milanista es difícil. Por un lado, no parece tener problema en quedarse afuera de las convocatorias por lo que resta de su contrato, firmado en tiempos mucho más felices. En los últimos días, incluso, publicó en sus redes sociales una foto en la que se lo ve supervisando las obras de lo que será su futuro departamento en la ciudad italiana. Su mujer y apoderada, Wanda Nara, también usó las redes sociales para mostrar tranquilidad y hacerles ver a los dirigentes que no tiene ningún apuro en cambiar de aires: puso una foto con el resto de las mujeres de los futbolistas del plantel (llamadas WAGs, por su sigla en inglés «Wife and Girlfriend»).
Para la prensa italiana, la publicación es un indicio de que Icardi permanecerá en el Inter. Los dos clubes que pujan por sus servicios (Napoli y Juventus) ya hicieron sus ofertas. La más concreta es la del equipo napolitano, que pretende comprarlo para que sea su número 9 a partir de esta temporada. De concretarse la operación, Icardi sería el futbolista mejor pago del plantel en el que hace décadas brillara Diego Armando Maradona. El problema es que el argentino no parece decidido a abandonar Milán. Como tampoco lo estuvo para aceptar la propuesta que le había acercado el Mónaco, otro club que se interesó por él. La indefinición de Icardi llevó a los monegascos (cuya oferta para el futbolista superaba incluso lo que proponía Napoli) a buscar otros refuerzos para reemplazar al colombiano Radamel Falcao: llegaron entonces el argelino Islam Slimani y el francés Wissam Ben-Yedder. Icardi, mientras tanto, sigue en Inter, así lo reseña La Nación.