Este martes a las 10.30 de la mañana, se presentará en la oficina judicial de Rawson el quinto imputado del caso conocido como “La Manada de Chubut”, en el que cinco jóvenes abusaron sexualmente de una menor en una casa del balneario de Playa Unión.
El hecho ocurrió en el año 2012 pero se conoció a principios de este año cuando la víctima se decidió a relatar lo sucedido en redes sociales. El imputado identificado como T.S. -era menor en el momento de los hechos- reside en Miami y por eso no estuvo presente el pasado 2 de agosto cuando le leyeron los cargos a los otros cuatro, todos perteneciente a familias muy conocidas e influyentes del mundo empresarial, político y deportivo de Trelew y Puerto Madryn.
Los cinco jóvenes están imputados del delito de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal. Con la presencia del imputado que reside en el exterior se habrá completado la primera fase de la investigación. Entre los imputados se encuentra el nieto de un ex gobernador y también un nieto de un ex senador nacional, ambos ya fallecidos.
El grupo familiar de T.S es dueño de una empresa de Gaiman (hoy en quiebra), reside en Miami donde es propietario de la empresa Patagonian Sea, dedicada a la importación y distribución de frutos de mar. Tiene como clientes a exclusivos lugares de comida de Miami y otras ciudades del país del norte, así lo confirmó Clarín. Y se le imputa haber sido quien “cuidaba” la puerta de ingreso al quincho mientras se desarrollaba el abuso impidiendo que otras personas ingresaran al lugar sobre todo, amigas de la víctima, así lo informó ADN Sur.
EL HECHO
Las chicas residían en Puerto Madryn y habían concurrido a Playa Unión el 21 de setiembre de 2012 para celebrar la llegada de la primavera. La fiesta se desarrolló en la casa de uno de los imputados, ubicada frente al mar y que hoy se encuentra virtualmente “tapiada” con ladrillos.
Ya en la madrugada, los imputados abusaron de la chica quien se encontraba indefensa bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia que le provocó un estado de inconciencia. Después fue rescatada por sus amigas que la llevaron a una casa de Rawson donde permaneció dormida durante muchas horas.
Después de cometido el hecho recibió amenazas y el pedido de que “no cuente nada”. Fue tal el acoso que con su familia decidieron irse de Madryn, donde residían.
