En los últimos tres años y medio, la deuda externa bruta –pública y privada– aumentó en u$s112.942 millones con relación a diciembre de 2015, cuando sumaba 170.625 millones, un incremento del 66 por ciento.
El aumento del endeudamiento externo fue constante a lo largo de todo el período. De los u$s170.625 millones a fines de 2015, subió a u$s181.170 millones a diciembre de 2016, cerró 2017 con u$s234.549 millones y en 2018 finalizó en 277.932 millones.
Actualmente, al cierre del primer semestre de 2019, la misma se encuentra en 283.567 millones de dólares.
En los últimos doce meses, la deuda externa bruta se incrementó en 22.091 millones de dólares. Ese aumento obedeció principalmente a préstamos contraídos por el Gobierno Nacional, como los desembolsos del FMI, y en menor medida del Banco Central.
Si a la deuda externa pública se le suma la contraída en moneda nacional, el endeudamiento público superaría los u$s350.000 millones, equivalente a un PBI. Ahora una parte de esa deuda está reperfilada, según Clarín.
Según el INDEC, al 30 de junio de 2019, el 62% de la deuda corresponde al Gobierno general, el 26% a Sociedades no financieras y hogares, el 8% al Banco Central, el 2% a las sociedades captadoras de depósitos y el 1% a otras sociedades financieras. Y aclara que «la deuda externa representa el mayor componente de los pasivos externos» y no incluye los pasivos en acciones y derivados financieros.