La homologación por la Corte Suprema de Brasildel acuerdo de colaboración del empresario Leo Pinheiro, expresidente de la constructora OAS, sacude la política en varios países de América Latina. En su confesión, el empresario, encarcelado en 2016 por la operación Lava Jato tras ser acusado de participar de una trama de sobornos con la petrolera Petrobras,acusa a una treintena de políticos brasileños y menciona a por lo menos tres líderes latinoamericanos: Evo Morales(presidente de Bolivia, por un acuerdo para presuntamente favorecer la obra de una ruta) , Michelle Bachelet(expresidenta de Chile, por supuestamente recibir un pago que financiaba parte de su campaña) y Ollanta Humala(expresidente de Perú, por un presunto abono a un publicista que trabajó con él).
La homologación es la última etapa jurídica antes que el relato se utilice para respaldar investigaciones judiciales.
Folha de S. Pauloy The Intercept anticiparon el lunes algunos fragmentos del acuerdo. El Paísconfirmó que en la delación homologada por la Corte el empresario sostiene que Morales participó de maniobras que favorecían a OAS. Según Pinheiro, el expresidente Lula le pidió que asumiera las obras de un tramo de la ruta Tarija-Potosí, en Bolivia, y dijo que Morales «estaría dispuesto a compensar económicamente a la empresa» con otro contrato: la construcción de la ruta de Villa Tunari. Según Pinheiro, era una manera de evitar que se produjese un desgaste en las relaciones diplomáticas entre ambos países. La concesión la tenía otra constructora brasileña, Queiroz Galvão, que no cumplía las condiciones del acuerdo.
El ejecutivo también declaró que Lula prometió que le concedería un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) para asumir el proyecto. Según Pinheiro, a través de un acuerdo entre Lula y Morales, Bolivia retiró las sanciones que había impuesto a Queiroz Galvão y autorizó que OAS asumiera las obras de la ruta Tarija-Potosí. Como compensación, la constructora habría obtenido el contrato de Villa Tunari. Sin embargo, según Pinheiro, OAS acabó perdiendo el contrato por dos motivos: conflictos sociales en la región y el retraso en la concesión del crédito.
Pinheiro también menciona en su declaración supuestos pagos de la constructora a Bachelet, presidenta de Chile en los períodos 2006-2010 y 2014-2018. Según Pinheiro, la constructora temía perder la adjudicación de la construcción del puente Chacao si Bachelet se imponía en las elecciones de 2013. Por este motivo, le habría pedido ayuda a Lula, a lo que él respondió que hablaría con el expresidente chileno Ricardo Lagos y/o con Bachelet para que no perjudicaran a OAS.
Según Pinheiro, Lula le pidió dinero para la campaña de Bachelet. El primer pago se realizaría el 6 de junio de 2014, con Bachelet ya en la presidencia. Entonces, según Pinheiro, se pagaron 142.000 dólares, por medio de un contrato ficticio con la empresa Martelli y Asociados, que pertenecía al chileno Nicolás Martelli Montes.
Otro exmandatario latinoamericano mencionado es Ollanta Humala, presidente de Perú entre 2011 y 2016. Tanto el político como su esposa, Nadine Heredia, ya estuvieron en prisión por supuestamente participar de lavado de dinero en una trama con la constructora brasileña Odebrecht. En el caso de OAS, Pinheiro dice que la empresa se gastó unos 210.000 dólares con la empresa del publicista brasileño Valdemir Garreta, que trabajó en la campaña de Humala en 2011. También alega que pagó por los servicios de comunicación que Garreta prestó a Susana Villarán, entonces alcaldesa de Lima, informó La Nación.