Vuelve el superclásico a la Copa Libertadores después de las vergonzosas imágenes de aquel fatídico 24 de noviembre de 2018. Esta vez no estará el título en juego, pero la semifinal que protagonizarán River y Bocaentre mañana y el 22 de octubre tendrá todas las miradas encima. Y el Gobierno de la Ciudad, luego de la exitosa tarea hace un mes en el encuentro que sostuvieron por la Superliga, vuelve a considerar que está totalmente preparado para garantizar una seguridad absoluta.
A diferencia del operativo que se realizó en noviembre pasado en el que también participaron Policía Federal, Prefectura y Gendarmería, esta vez todo estará a cargo de la Policía de la Ciudad, tal como sucedió el 1° de septiembre en el 0-0 del torneo local. Así, se buscará generar una mejor coordinación y comunicación con una sola cadena de mando para actuar, algo que falló en la final que se mudó a Madrid. Las cabezas centrales serán el jefe de la Policía porteña Gabriel Oscar Berard y el subjefe Oscar Enrique Cejas y toda la organización estará bajo la órbita del Comité de Seguridad en el Fútbol que lidera Valeria Sirkoski.
Así fue el operativo de seguridad en el último clásico por la Superliga
El despliegue de agentes afectados a los controles contempla más de 1500 efectivos entre la Policía de la Ciudad, cadetes del Instituto Superior de Seguridad Pública para operar el filtro de Tribuna Segura (se exige el DNI para ingresar) y Agentes de Prevención, además de la seguridad privada de la empresa «Tech» que dispone el club. Desde el mediodía, personal de la Agencia Gubernamental de Control inspeccionará el estadio para autorizar la apertura de puertas, pautada para las 18.30, tres horas antes del comienzo del juego.
Además de la División de Explosivos que revisará todo el Monumental, habrá presencia del cuerpo de Bomberos, representantes de Espacio Público, de Logística, de la Dirección de Tránsito y Transporte, de Limpieza y de la Dirección de Prevención del Delito. Con el sistema de reconocimiento facial, drones, helicópteros, 123 cámaras fijas en el barrio River y alrededor de 50 cámaras extras (entre motorizadas, Gopro, de despliegue rápido y mochilas 4G), la fuerte presencia policial se verá desde las 15.
Luego, a las 17 se realizarán cortes totales de tránsito en el siguiente perímetro: Avenida del Libertador entre Monroe y Avenida Udaondo; Udaondo entre Libertador y Avenida Lugones; Avenida Figueroa Alcorta entre Udaondo y Monroe; Monroe entre Libertador y Alcorta. A su vez, también habrá un corte total en Puente Labruna y la Colectora de Avenida Cantilo.
El despliegue de agentes afectados a los controles contempla más de 1500 efectivos entre la Policía de la Ciudad, cadetes del Instituto Superior de Seguridad Pública para operar el filtro de Tribuna Segura (se exige el DNI para ingresar) y Agentes de Prevención, además de la seguridad privada de la empresa «Tech» que dispone el club. Desde el mediodía, personal de la Agencia Gubernamental de Control inspeccionará el estadio para autorizar la apertura de puertas, pautada para las 18.30, tres horas antes del comienzo del juego.
Además de la División de Explosivos que revisará todo el Monumental, habrá presencia del cuerpo de Bomberos, representantes de Espacio Público, de Logística, de la Dirección de Tránsito y Transporte, de Limpieza y de la Dirección de Prevención del Delito. Con el sistema de reconocimiento facial, drones, helicópteros, 123 cámaras fijas en el barrio River y alrededor de 50 cámaras extras (entre motorizadas, Gopro, de despliegue rápido y mochilas 4G), la fuerte presencia policial se verá desde las 15.
Luego, a las 17 se realizarán cortes totales de tránsito en el siguiente perímetro: Avenida del Libertador entre Monroe y Avenida Udaondo; Udaondo entre Libertador y Avenida Lugones; Avenida Figueroa Alcorta entre Udaondo y Monroe; Monroe entre Libertador y Alcorta. A su vez, también habrá un corte total en Puente Labruna y la Colectora de Avenida Cantilo.
«Se realizará otro operativo especial, con alrededor de 500 efectivos más que en Superliga. La última vez funcionaron las medidas preventivas: no hubo incidentes, se detuvieron a dos personas con pedido de captura y se les negó el ingreso a 11 con derecho de admisión. Ahora el partido será de otro nivel, pero está todo preparado para garantizar la seguridad total», le aseguraron a LA NACIONfuentes del ministerio de Seguridad porteño.
El traslado del micro de Boca, que contará con el sistema antivandálico obligatorio, será el mismo de hace un mes: saldrá del Hotel Holiday Inn de Ezeiza por autopista Ricchieri acompañado por efectivos de la Policía bonaerense hasta General Paz. Allí se hará el cambio por policías de la Ciudad, irá por la Autopista 25 de Mayo hasta el Paseo del Bajo, doblará en Avenida Sarmiento y desde allí tomará Libertador para ingresar por Quinteros al Monumental. Por pedido especial de la Policía, ambos planteles estarán a las 19 en el estadio.
Tanto el ómnibus de los jugadores y cuerpo técnico como el microbus de los dirigentes será escoltado por el Grupo de Acción Motorizada (GAM): habrá una «cápsula de despliegue y traslado» (custodia policial que antecede y escolta) en un corredor dinámico con cortes programados para un fácil acceso.
En caso de cualquier tipo de emergencia, la Policía tiene preparadas dos «áreas seguras» para detener el micro y otros dos planes diseñados para llegar al estadio. Además, habrá recaudos especiales en la esquina de Libertador y Quinteros: varios minutos antes de la llegada del micro, se desalojará la zona en un rango de 200 metros y se cortará el ingreso a la tribuna Centenario. Así, el micro xeneize llegará hasta el Monumental sin público alrededor.
Además, se cubrirán los puentes del trayecto y se duplicarán monitoreos y filmaciones para tener todos los movimientos registrados: habrá monitoreo en tiempo real desde la Sala de Situación de la Policía de la Ciudad, con la acción de las brigadas de Exteriores de Video, controlada desde el aire por los helicópteros del Escuadrón Aéreo. Y también se sumará la central de operaciones de River en el Monumental, que será manejada por la Policía.
El superclásico se vuelve a jugar por la Copa Libertadores. Atrás quedó la mudanza a Madrid y la «falta de condiciones» para jugar en el país. Hoy, todo está preparado para un partido en paz. Se sabe: nada puede fallar, informó La Nación.