A 37 años de la guerra y frente al Papa Francisco, el obispo castrense del Reino Unido restituyó hoy en el Vaticano a su par argentino, Santiago Olivera, una imagen que acompañó a los soldados durante el conflicto. El comodorense Jorge Palacios fue protagonista de este histórico momento.
Hubo mucha emoción, simbolismo y un clima de gran hermandad hoy, cuando el Papa protagonizó una histórica devolución a la Argentina de una imagen de la Virgen de Luján que había estado en Malvinas y de la que se le habían perdido los rastros, que estuvo 37 años guardada en la Catedral Castrense de San Miguel y San Jorge en Aldershot, en el condado de Hampshire, 60 kilómetros al suroeste de Londres.
La histórica restitución tuvo lugar al término de la audiencia general de los miércoles en la que esta imagen, que restituyó el obispo castrense británico, monseñor Paul James Mason, estuvo en un lugar privilegiado: al lado del crucifijo que presidió la catequesis y a metros del Papa, en el sagrato de la Plaza de San Pedro.
Como suele ocurrir en los momentos más solemnes el Papa, que bendijo las dos imágenes, con su clásico sentido del humor distendió el clima. «Es más linda», le dijo a monseñor Mason, señalando la réplica de la Virgen que le fue donada.
Al margen del humor, también hubo mucha emoción y dolor, como cuando el exarzobispo de Buenos Aires rezó, concentrado, en silencio, ante una placa de granito del cementerio de Darwin, con la leyenda «Soldado argentino sólo conocido por Dios», que luego también tocó con las manos y besó.
El comodorense Jorge Palacios fue parte de la ceremonia en la que Inglaterra le entregó a la Argentina la imagen de la Virgen de Luján , por intermedio del Sumo Pontífice.