La desigualdad está en el epicentro del debate económico estos días, tanto en los despachos como en las calles. Y los últimos datos confirman, pese a algunas mejoras, este desequilibrio. El Global Wealth Report de Crédit Suisse, que llega a su décima edición, afirma que el 45% de la riqueza mundial está en manos del 1% más rico.
En el otro frente, el banco helvético recuerda que seis de cada diez adultos en el mundo apenas tienen un patrimonio inferior a 10.000 dólares. Y que el 90% de la población del planeta tan sólo posee menos del 20% de la riqueza disponible.
Para calcular estas variables, el banco suma el valor de mercado de los activos financieros, además de los no financieros (como inmuebles y solares) de cada persona, descontando sus deudas.
Lo que llama la atención es que las tensiones comerciales y la ralentización económica global que atraviesan los países (algo confirmado la pasada semana por el FMI) en principio no parecen haber influido en la concentración de la riqueza, que sigue en pocas manos. En concreto, el número de millonarios en el planeta creció entre mitad del 2018 y mitad del 2019 un 2,4%, hasta llegar a los 46,8 millones de individuos. Su patrimonio global alcanzó a lo largo de esos meses en el conjunto unos 360 billones de dólares. Una cifra astronómica porque equivale, desde un punto de vista estadístico, a veinte veces el PIB de Estados Unidos.
Y por cierto: la tierra prometida para este privilegiado colectivo es precisamente el territorio estadounidense. Allí vive el 40% de los millonarios mundiales y de allí viene la mayor parte de la nueva riqueza que se ha acumulado en los últimos doce meses. China va muy por detrás: sólo son chinos uno de cada diez millonarios.
En cambio, la población más rica del planeta en términos de patrimonio medio es Suiza, con un capital de 564.650 dólares por habitante. El estudio también arroja datos interesantes sobre Europa, porque desde el 2008, el crecimiento medio de la riqueza (expresada en dólares a precios constantes) ha sido negativo, en parte debido a la corrección del euro registrada durante este período.
En lo que se refiere a España, ocupa el puesto número 10 en el ranking de número de millonarios por país. En total son 979.000 los afortunados españoles, frente a los 945.000 del año anterior y los 172.000 del 2010. El número de ricos se ha multiplicado por cinco en los últimos nueve años hasta llegar a una ecuación fácil de memorizar: en la actualidad en España hay casi un millón de personas que tienen más de un millón.
Una tendencia que puede ir en aumento. “Se prevé que el número de millonarios españoles crezca un 42% adicional en los próximos cinco años”, aseguraba Miguel Matossian, responsable de Crédit Suisse Banca Privada en Iberia. Si se mira la franja alta, España tiene además 2.198 personas ultrarricas (con un patrimonio superior a los 50 millones de dólares), un 5,3% más que en el 2018.
Sin embargo, hay que poner todos estos datos en contexto. De acuerdo con un estudio anterior de la consultora Cap Gemini, cuya última edición se remonta al mes de julio, el número de millonarios españoles es sensiblemente inferior y alcanzaría los 224.000, lo que sitúa a España en el lugar 14.º en el ranking de países con grandes patrimonios.
Y ya que hablamos de patrimonio, Hacienda tiene datos que son también diferentes. Los ciudadanos que declararon este impuesto en el 2017 fueron unos 202.000 y hay que tener en cuenta las exenciones (sólo lo declaran quienes cuentan con un patrimonio de más de 700.000 euros, exceptuando hasta 300.000 euros de la vivienda habitual).
Los ‘millennials’ esperan heredar
Según el informe, los millennials “no han sido una generación afortunada. No sólo tuvieron que afrontar a muy temprana edad la crisis financiera mundial y las escasas perspectivas laborales que siguieron, sino que también se vieron desfavorecidos en muchos países por los altos precios de la vivienda”. Sin embargo, según el banco, “se podrían beneficiar de la ayuda financiera de sus padres y de herencias”.