El domingo, ante Unión, el Lobo rendirá otro examen. Gimnasia, con Diego Maradona al mando, le puso un freno a seis seguidillas negativas; media docena de rachas adversas que se habían extendido demasiado. El triunfo 4-2 ante Godoy Cruz, en Mendoza, representó un alivio y le permitió al Lobo sacarse varios pesos de encima. Sin embargo, el cuerpo técnico ya se planteó nuevos desafíos que intentará cumplir en las próximas dos jornadas; antes del choque contra Estudiantes.
Objetivos cumplidos
Volvió a celebrar. Gimnasia tuvo que esperar exactamente cinco meses: no ganaba desde el 5 de mayo, cuando venció 2-0 a Defensa y Justicia por la Copa de la Superliga. Entre aquel éxito y el de la última fecha, hubo 11 cotejos entre copas nacionales y el actual torneo de primera división (ocho caídas y tres empates).
Festejó de visitante por Superliga. Si bien el Lobo ganó dos partidos a domicilio en la Copa de la Superliga, en el certamen regular no obtenía una victoria afuera de La Plata desde el 16 de septiembre de 2018: 2-0 a Patronato, con Pedro Troglio como entrenador. Tras esa alegría, soportó 10 traspiés y tres empates en esa condición (tres unidades de 39).
Golpeó primero. Ante el Tomba pudo hacer algo que en el fútbol argentino es fundamental: abrir el marcador. En las ocho jornadas anteriores los adversarios le habían marcado el 1-0 y solamente en una oportunidad había logrado sumar (1-1 contra Lanús, en el primer encuentro de la Superliga).
Hizo cuatro goles. Gimnasia no convertía cuatro tantos en un mismo compromiso desde octubre de 2017, cuando derrotó a Vélez 4-0 en el Bosque. Para hallar cuatro gritos triperos en calidad de visitante hay que retroceder un par de meses más (4-4 frente a Defensa y Justicia, en agosto de aquel año).
Recuperó un recurso ofensivo. A pesar de contar con varios futbolistas que ostentan una gran pegada, Gimnasia llevaba un largo período sin tantos de tiro libre. Y Víctor Ayala, en Mendoza, se despachó con dos. No convertía de ese modo desde diciembre de 2017, cuando cayó 3-1 ante Racing y Brahian Alemán anotó por esa vía.
Salió del último puesto. Había bajado al escalón más bajo de la tabla de posiciones en la cuarta fecha y allí permaneció hasta vencer a Godoy Cruz. Al ganarle, llegó a cuatro puntos y pasó a su rival de turno que se quedó en tres.
Los objetivos a cumplir
Mantener la valla invicta. El Lobo no lo logró en ninguno de los cotejos del torneo y tampoco en los dos partidos anteriores (Copa de la Superliga y Copa Argentina). Acumula 11 encuentros en cadena con su arco vulnerado. La última vez que lo dejó en blanco fue en mayo, cuando igualó 0-0 con Argentinos Juniors.
Ganar dos seguidos por Superliga. Más allá de que Gimnasia logró tres victorias en fila en la Copa de la Superliga, entre abril y mayo, hace mucho que no obtiene dos triunfos en cadena por el campeonato. Para encontrar dos éxitos al hilo hay que retroceder hasta mediados del año pasado, y tomar la última jornada de la Superliga 2017/18 y la primera de la edición 2018/19.
Salir del fondo en los promedios. El equipo tripero inició el campeonato en descenso y jamás salió; incluso retrocedió casilleros. Comenzó arriba de los dos ascendidos y hoy está en la última ubicación de dicha tabla. No podrá salir de ese pozo durante esta fecha que se avecina pero sí en la siguiente, en la cual se medirá con Newell’s en Rosario, en la previa del clásico platense.
Repite formación y lugar de concentración
¿Cabulero? Sin dudas. Para el partido contra Unión del próximo domingo a las 13.15, en el Bosque platense, Diego Maradona no solamente piensa en la misma alineación que dispuso en Mendoza ante Godoy Cruz; también tomó la decisión de mudar nuevamente el plantel al predio de la AFA.
Allí, en Ezeiza, el cuerpo técnico de Gimnasia ultimará los detalles de un equipo que en principio no presentará modificaciones: Alexis Martín Arias; Maximiliano Caire, Manuel Guanini, Marco Torsiglieri y Germán Guiffrey; Víctor Ayala; Maximiliano Comba, José Paradela, Matías García y Horacio Tijanovich; Nicolás Contín, informó La Nación.