El alerta por la posibilidad de que se produzca un tsunami en el lago Traful surgió a partir de un trabajo dado a conocer por Andrés Folguera, investigador en el Departamento de Ciencias Geológicas de Exactas UBA. La ministro de Ciudadanía, Vanina Merlo, dijo que tomó contacto con los organismos técnicos y científicos de Nación y con la Secretaría de Gestión de Riesgo y Protección Civil.
“Ellos activan un protocolo para que se conozcan todas las investigaciones que hicieron universidades públicas y privadas sobre Traful para después ponerlas a disposición de la provincia”, explicó. Y además indicó que “lo que además coordinamos con el Segemar, que es el Servicio Geológico Minero, es la realización de nuevos estudios, donde van a venir geólogos de ese organismo para realizar las tareas que hagan falta”.
La funcionaria señaló que de parte del gobierno provincial se dispuso de un plan de acción que implica que, además de recabar todos los estudios científicos, se trabaje con la comunidad, a través de Defensa Civil. Y respecto del estudio de la UBA y el Conicet, Merlo dijo que este no fue presentado ante la provincia de manera oficial, informó La Mañana Neuquén.
Cabe recordar que en dicho estudio se señaló que el bosque sumergido en el lago se asienta en un bloque de roca que se desplaza hacia el fondo y que, si se produjera un desmoronamiento repentino, podría generar una catástrofe sobre la villa, donde en la actualidad habitan unas 400 personas.
El bloque de roca en cuestión mide unos tres kilómetros de ancho y diez de largo y, según los cálculos realizados, se está desplazando unos 36 centímetros anuales, un movimiento muy rápido que da cuenta de la magnitud del proceso.
Los tsunamis de lagos son muy comunes y, según señala el estudio de la UBA, cuanto más profundo sea el espejo de agua, más grande será la ola que se genere. En el caso de Traful, de producirse, podría ser superior en altura al de un océano.