El sector de los republicanos más próximo al presidente de EE.UU., Donald Trump, soltó este jueves la artillería pesada para blindar al mandatario ante un posible juicio político, cuando se cumple un mes del anuncio del inicio de una investigación por parte de los demócratas con este fin.
El senador Lindsey Graham, uno de los principales aliados de Trump en el Congreso, presentó una resolución para condenar las pesquisas que llevan a cabo los demócratas para abrir un posible juicio político contra el presidente y tachó en una rueda de prensa el proceso de «secreto» e «ilegítimo».