A un año y medio después del siniestro en ruta 25 que terminó con la vida de Juan Carlos Labaén, una insólita pena puede asentar un peligroso antecedente que beneficiará a los asesinos al volante.
El hecho ocurrió el 22 de abril de 2018 a las 10:30hs, el asesino al volante llevaba 1,67 de alcohol en sangre a la hora de realizar la pericia. Luego de zigzaguear desde el intercambiador de ruta 25, Luis Alberto Rondán de 33 años, se dirigió en un volkswagen vento de manera temeraria hacia la ciudad de Rawson impactando metros después a una velocidad de 160km/h, sin frenada, a un vehículo que circulaba en el carril contrario.
El conductor del volkswagen infringió todas las reglamentaciones de tránsito produciendo un choque frontal con la renault scenic que se dirigía hacia trelew, volviendo de rawson, momento en el que Juan Carlos Labaén fue asesinado. Además, su hijo, Federico Labaén, fue despedido del vehículo al momento del impacto, con una fuerza tal que provocó el corte del cinturón de seguridad, siendo ejectado a varios metros sobre la banquina contraria.
Si se puede evitar no es un accidente
Cabe destacar que testigos claves, al notar el temeroso andar del vento, dieron aviso al 101 momentos antes del siniestro. Los violentos hechos no permitieron en ningún momento, alternativa alguna a las víctimas del irresponsable accionar del conductor, quien venía de un raid de excesos de la noche anterior.
Roxana Pinchulef, era la acompañante de Rondán, quien de alguna manera resultó cómplice de semejante situación antes del hecho, por no evitar la circulación del vehículo, durante, por acompañarlo, y después, por no concurrir a declarar durante el juicio.
El siniestro terminó con la vida de Juan Carlos Labaen, de 74 años, y provocó una incapacidad permanente en Federico Labaen, su hijo, contemplando más de 6 ingresos a quirófano, continuando hoy en día con un largo tratamiento que requiere viajes a la ciudad de buenos aires.
Federico sufre de un cuadro complejo de recuperación, que implica nuevas prácticas quirúrgicas de prolongado tratamiento y los consecuentes altos costos de los mismos. Al día de hoy, Labaen sufre de una discapacidad permanente declarada por la junta médica interviniente.
El fiscal como garante del indebido proceso
La investigación durante el juicio fue llevado adelante por el fiscal Osvaldo Heiber, quien impulsó un insólito pedido de pena mínimo. Lo llamativo del caso en la justicia, es la liviandad con la que la fiscalía llevó adelante la investigación del caso, descartando testigos directos del hecho, y solicitando la mínima pena estipulada para el hecho, una insólita solicitud del fiscal que sorprendió hasta la jueza interviniente, Mirta Moreno, quien en el fallo refirió:
“No obstante ,el Sr. Fiscal General, Dr. Osvaldo Heiber, consideró apropiada la imposición de una pena de 3 años de ejecución condicional, mínimo, por cierto, de la escala penal, renunciando a la cesura de pena.
Y no otro es el monto de pena que estoy obligada a imponer, a pesar como dije, que el caso hubiera merecido una pena aún mayor, teniendo en cuenta que el caso debe ser considerado de extrema gravedad”
El fallo de la Oficina Judicial, Sala 2 de Rawson, resulta un hecho peligroso jurídicamente, considerando que se asenta un precedente que avala a los delincuentes y posibles asesinos al volante.
Cabe recordar que el fiscal Heiber, se encuentra señalado por mal desempeño de sus funciones y pronto a enfrentar un jury por ello. El sospechoso accionar de la fiscalía invita a reflexionar si el mismo no resultase intencionalmente funcional a la defensa del acusado.
Por víctimas de accidentes de transito
Fuentes:
Audiencia de control para conductor de accidente fatal en el que murió Juan Carlos Labaén
Envían a jury de enjuiciamiento al fiscal Heiber por mal desempeño de sus funciones
Un muerto y tres heridos en trágico choque frontal en la Ruta 25 entre Rawson y Trelew