El exmandatario se encuentra preso desde abril de 2018 por lavado de dinero y corrupción.
La Corte Suprema (STF) de Brasil determinó este jueves por 6 votos a 5 que las penas de prisión no pueden empezar a ejecutarse antes de agotar todos los recursos legales, una decisión que debería conducir a la liberación del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Se desconoce por ahora cómo y cuándo se hará efectiva la excarcelación de Lula da Silva, que desde abril de 2018 cumple una pena de 8 años y 10 meses por corrupción, en aplicación de la jurisprudencia que determinaba que las penas deben empezar a cumplirse tras ser confirmadas solamente por un tribunal de segunda instancia.
El STF reanudó este jueves a la tarde la votación, iniciada hace dos semanas, sobre la constitucionalidad de la prisión a partir de fallos de segunda instancia, lo cual habilitó una posible liberación de Lula. Luego de que el tribunal llegara a un empate cinco a cinco, el presidente del Tribunal, Antonio Dias Tóffoli, destrabó la determinación con su voto positivo.
La Constitución Federal de 1988 establece que nadie debe estar preso hasta que no se agoten los recursos de apelación, salvo en los casos que impliquen peligro para la sociedad, lo cual ahora se puso en discusión.
En su voto a favor de los «garantistas», el juez Gilmar Mendes acusó a los fiscales de la operación Lava Jato de intentar lucrar con la apertura de una fundación de lucha contra la corrupción con dinero recuperado de los desvíos en Petrobras. Dijo que el caso de Lula politizó la discusión sobre este principio.
Lula está detenido desde el 7 de abril de 2018 por corrupción y se declara como un preso político en una causa para dejarlo fuera de las elecciones que ganó Bolsonaro en octubre del año pasado, informó TN.