El 21 de noviembre pasado recibió el llamado de un colaborador muy cercano de Alberto Fernández. «Alberto quiere tomar un café con vos», le dijo entonces. Marco Lavagna dijo que sí, pero pidió que el encuentro fuera por la mañana, ya que ese día, en una de las últimas sesiones de tarde de la Cámara de Diputados, tratarían el proyecto de ley de góndolas. En esa reunión, contaron a LA NACION, el entonces presidente electo le dijo al diputado que cumplía tres características que buscaba para ser director del Indec. «No sos de los nuestros, sos economista y puedo hablar con vos», enumeró. Lavagna se tomó un día, habló con su padre y con Graciela Camaño, entre otras personas de confianza, y aceptó el cargo.
A días de haber tomado las riendas del organismo estadístico -pese a que todavía no se formalizó su nombramiento en el Boletín Oficial-, cerca de Lavagna cuentan que el economista buscará profundizar el trabajo realizado por Jorge Todesca, dando un «salto de calidad» en la elaboración de datos públicos; afirman que «hay voluntad política» para realizar el Censo de población 2020; y sostienen que se buscará crear un Consejo Asesor para que ayude «robustecer las estadísticas», lo que, para la actual gestión, será el gran objetivo.
En el círculo que rodea a Lavagna confían que el economista encontró un organismo ordenado, que había logrado recrear la credibilidad. Su intención ahora es -dicen- «dar un salto de calidad». Para eso, buscarán incorporar registros y ampliar relevamientos a temas como medio ambiente, género y pymes, entre otros.
Para 2021, se terminará la Encuesta de Gastos de los Hogares que comenzó Todesca y se impulsará un censo económico. El censo de población se haría el año que viene -está programado para octubre-, siempre y cuando exista la partida en el presupuesto 2020, que se presentaría en marzo, y si la última prueba piloto de abril es exitosa. «Hay voluntad política», cuentan en el organismo. En febrero y marzo, el director del organismo buscará apoyo en las provincias para el censo, la mayor movilización estatal en tiempos de paz.
«Equipo que funciona no se toca», se le oyó decir al economista, sobre los directores de las sensibles áreas de Precios, Cuentas Nacionales y Encuesta de Hogares. Allí se calculan la inflación, el crecimiento económico, el desempleo y la pobreza, todos datos manipulados por el kirchnerismo desde 2007. No habrá por ahora un informe sobre pobreza multidimensional, pero sí un avance hacia «indicadores de bienestar», e incluso un foco directo en «la inseguridad alimentaria». Lavagna mantendrá al director técnico del Indec, Pedro Lines.
El organismo no impulsará el proyecto de ley que «pisó» Cambiemos hasta el final del mandato, pero Lavagna cree que se tomarán medidas para fortalecer la independencia del Indec, como la posibilidad de convertirlo en un organismo descentralizado. Además, podría impulsarse un consejo asesor (académico), cuentan cerca de Lavagna, de inmejorable relación con Graciela Bevacqua, la primera desplazada por Guillermo Moreno en 2007, señaló La Nación.
