Es por 2018 y 2019. El año pasado había reclamado $19 mil millones de compensación.
No logró torcerle el brazo a Mauricio Macri en 2018, cuando la crisis impactaba sobre todo en el Gran Buenos Aires; ni en 2019, en el crucial año electoral. A una semana de dejar el poder, María Eugenia Vidal anunció que llegó a un acuerdo con el Presidente para actualizar el Fondo del Conurbano, que había quedado desactualizado tras las devaluaciones de los últimos dos ejercicios.
“Gracias al Gobierno, hemos recuperado el Fondo del Conurbano con esta actualización. Estamos trabajando con el gobierno nacional para poder instrumentarlo”, sorprendió la gobernadora. Ocurrió este mediodía, durante la “rendición de cuentas”, que encabezó junto a todo su Gabinete en Vicente López.
La mandataria bonaerense evitó brindar detalles sobre el monto y la instrumentación de la actualización. “Vamos a tener precisiones técnicas los próximos días, están trabajando”, respondió en la conferencia de prensa posterior a su balance.
En 2017, cuando casi la totalidad de los gobernadores firmaron el pacto de responsabilidad fiscal, Vidal logró avanzar con el histórico reclamo de la Provincia.
El Fondo de Reparación Histórica del Conurbano había nacido en 1992 para equilibrar el monto insuficiente que recibía la Provincia por Coparticipación y estipulaba que se transfiriera al principal distrito nacional el 10 por ciento del total del impuesto a las Ganancias. Sin embargo, en 1996, se puso un tope de $650 millones, que nunca más fue actualizado. El excedente lo recibían el resto de las provincias, la mayoría de las cuales terminaron por cobrar más que la propia Buenos Aires.
“Recuperamos gran parte del Fondo del Conurbano. Recuperamos $21 mil millones en 2018; $44 mil millones en 2019 y a partir de 2020 se van a actualizar por inflación automáticamente. Después de esta recuperación que fue histórica, las estimaciones de inflación fueron superadas por la realidad. Y empezamos a reclamar la actualización del fondo del conurbano”, recordó Vidal este martes, durante su exposición.
En 2018, cuando todavía ocupaba su sillón en el Ministerio de Economía bonaerense, Hernán Lacunza calculó que la actualización debía ser de $19 mil millones. El reclamo de la gobernadora chocó siempre con el ex ministro de Hacienda Nicolás Dujovne.
La exigencia de Vidal y la negativa de Macri erosionó la relación entre la gobernación y la Casa Rosada. En diciembre de 2018, Federico Salvai y Marcos Peña, los jefes de Gabinete de Provincia y Nación, acordaron poner una pausa en el reclamo. La discusión por la actualización continuaría en 2019 y podría cubrirse con obras, que podrían haber sido vitales en la campaña electoral. El tamaño de la crisis y la voluntad de Macri y Dujovne de cumplir con las metas impuestas por el FMI lo impidieron. También, la resistencia que podrían haber impuesto los gobernadores del peronismo.
Nunca más se volvió a hablar de un número. Vidal pidió por la cabeza de Dujovne y la consiguió tras las primarias. Lacunza, quien estuvo sentado en primera fila durante la exposición de la gobernadora, insistió con el reclamo desde su nuevo cargo en el Gabinete de Macri.
Clarín le preguntó a Vidal si no se arrepentía de no haber presionado más al Gobierno para recibir la compensación antes. “Es algo histórico. Nadie lo había reclamado, así que no me arrepiento. Hubo silencio durante años. Fuimos el primer gobierno que fue a la Corte, el Presidente lo acompañó. Siempre querríamos que las cosas sucedieran antes y nos vamos orgullosos de haberlo logrado y de dejárselo al próximo gobierno», indicó.
En efecto, la actualización impactará sobre todo al próximo gobierno nacional y bonaerense. “Esto le va a permitir a los bonaerenses estar mejor el año que viene. Va a ser una suma de recursos que nosotros no tuvimos, son recursos de coparticipación automática. No dependen de la voluntad del presidente o del resto de los gobernadores”, insistió la gobernadora.
Vidal lo discutió con su sucesor, Axel Kicillof, durante la primera reunión de transición que mantuvieron en La Plata. “Conversaron sobre las necesidades de cerrar las cuentas y reclamar lo que le debía el gobierno nacional”, confirmaron cerca del gobernador electo.
En la Casa Rosada, hasta el momento, también evitaron brindar precisiones sobre el monto o sobre la implementación. Fuentes oficiales arriesgaban que seguramente parte de la actualización se cancelaría a través de un bono y recordaban que en 2016 la Nación le condonó una deuda de $10 mil millones de un giro previo de $25 mil millones.
Acotaban que sería conveniente evitar un DNU ante la posibilidad que el Congreso lo derogara. La pregunta, que también se hacen en el oficialismo saliente, es si los gobernadores podrían entorpecer las arcas bonaerenses que ahora deberá administrar Kicillof, con ayuda de Alberto Fernández, informó Clarín.