Los festejos por el aniversario de Presidente Ortiz, comenzarán a las 10 de la mañana en el playón de la exgamela de YPF y luego se impondrán nombres a calles del Kilómetro 5.
El barrio Presidente Ortiz nació como un poblado para los trabajadores del ferrocarril y el petróleo, estuvo a punto de erigirse como pueblo, pero finalmente quedó dentro del ejido urbano de la ciudad.
Con motivo de festejar el 114º aniversario, este sábado a las 10 horas se realizará un acto en el playón de la exgamela de técnicos de YPF, con la participación de la Asociación Vecinal, funcionarios, la Asociación Detrás del Puente, Federación de Comunidades Extranjeras y vecinos en general, y luego se impondrán nombres a algunas calles de ese sector del Kilómetro 5.
Presidente Ortiz nació con la instalación de la Estación de Ferrocarril Talleres y a su alrededor se conformó un poblado con los trabajadores. En 1912 se estableció una Zona de Reserva Petrolífera, con lo cual YPF también dispuso de un campamento para sus empleados y sus familias. Los ferroviarios denominaron a su asentamiento “Estación Talleres” y los ypeanos llamaron al suyo “Azcuénaga”. Además se instalaron algunos comerciantes con negocios de ramos generales, tiendas, librerías, sastrerías y almacenes.
En 1939 se creó la Sociedad Vecinal de Fomento de Estación Talleres con la intención de conformar un pueblo con municipio propio y realizó pedidos al entonces presidente Roberto Ortiz, quien autorizó la creación y donó una bandera argentina. Entonces se realizó un importante acto al que acudieron alrededor de mil personas, en donde impusieron al sector el nombre del presidente y levantaron un mástil con la bandera. Sin embargo Ortiz no llegó a establecerlo oficialmente así que nunca fue constituido como municipio. Con el cierre de las empresas que dieron vida al sector, y el crecimiento poblacional de los alrededores, finalmente “Presidente Ortiz” se integró al ejido urbano de Comodoro Rivadavia como un barrio, tal como ocurrió con otros campamentos petroleros.
El sector pasó por dos momentos críticos en su historia, por un lado el cierre de la línea ferroviaria en 1978, y luego el proceso que pasó YPF desde los 50 hasta los 90, fecha en la que se privatizó totalmente la empresa.
Por su antigüedad el barrio está declarado parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad, que protege a los edificios y objetos de los primeros pobladores, entre ellos la Usina, la estación, las gamelas de YPF, el mástil, entre otros.
También se pretende recuperar la estación para crear una biblioteca, la gamela para abrir un centro cultural, y restaurar los exbaños públicos, los talleres del ferrocarril y la Usina, además de colocar iluminación, cerco perimetral, carteles explicativos, mobiliario, veredas y forestación.