Después de una nueva reunión del comité interministerial y de expertos, creado para coordinar el seguimiento del avance del coronavirus en la Argentina , el Gobierno resolvió ayer disponer la continuidad de las clases en todos los niveles educativos. La decisión fue acompañada por todas las provincias, con excepción de Jujuy, donde se suspendieron las clases durante dos semanas. En Misiones tampoco habrá clases, pero con motivo de la expansión del dengue.
«Desde el control de la epidemia, en este estadio, podría ser contraproducente el cierre de los colegios», sostuvo el ministro de Salud, Ginés González García , en una conferencia posterior al encuentro, que encabezó Alberto Fernández , en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada.
«Tiene un impacto social muy grande y no tiene un impacto considerable en la salud. Los chicos no son un grupo vulnerable. Y si no van a la escuela están en otro lado y aumenta el riesgo para los adultos», dijo el ministro, acompañado por el ministro de Transporte, Mario Meoni, y de dos especialistas que integran el comité: Ángela Gentile, jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutierrez, y el médico infectólogo Eduardo López.
En conferencia de prensa, el ministro repasó las medidas tomadas por el Gobierno a propósito de la pandemia y destacó que la decisión «que más consenso tuvo» fue la de no cerrar los establecimientos educativos. Según dijeron a LA NACION algunos de los participantes del encuentro, el consenso no fue automático. La posibilidad de suspender las clases se discutió, pero prevaleció la decisión de dejar esa medida para otra etapa de la epidemia.
La decisión de dar continuidad al ciclo lectivo se ratificó a la tarde, después de un encuentro del Consejo Federal de Educación, que encabezó el ministro de Educación, Nicolás Trotta, en la sede del ministerio. A esa reunión concurrieron los ministros de todos los distritos, menos de Jujuy. «Hemos construido un consenso. Hay unanimidad de no interrumpir las clases», dijo González García, en la conferencia que dio con Trotta, en el Palacio Sarmiento.
Participaron también directivos del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y representantes de los sindicatos docentes nacionales.
Argumentos
Los dos ministros enumeraron los fundamentos de la decisión. Sostuvieron, en primer lugar, que «no hay riesgo específico» sobre la población infantil. Afirmaron, en segundo lugar, que la suspensión de clases puede generar otros riesgos, dado que los niños estarían en contacto con adultos mayores que se encargarían de cuidarlos. Manifestaron, en último término, que los chicos son agentes de educación y que, a partir de la información que reciban en las escuelas, pueden ayudar a cambiar los hábitos en los hogares.
En simultáneo, se acordó cómo actuar en caso de que se detecten casos sospechosos en las escuelas. Ante la sospecha de un caso positivo, se procederá a la suspensión de las clases en ese curso durante dos semanas. Si se comprueba un caso positivo de coronavirus, esa escuela permanecerá cerrada durante 14 días.
En la conferencia en Educación, González García y Trotta cuestionaron la decisión del gobierno de Jujuy y de las instituciones privadas que anunciaron la suspensión de las clases. «No hay razón desde el punto de vista epidémico. No fuimos consultados. Me enteré junto con ustedes», respondió el ministro de Salud, respecto de la decisión de Morales.
Trotta reforzó las palabras de González García y apuntó a la ministra de Educación de Jujuy, Isolda Calsina. «Veníamos dialogando con la ministra hablamos ayer a la mañana, iba a venir a la reunión de hoy y nos enteramos por los medios [de la suspensión]», dijo.
El gobierno de Morales ratificó la medida, con la convicción de que es el momento de tomar medidas más drásticas para contener la epidemia. «No estamos de acuerdo con el ritmo que le están imprimiendo a las medidas. Hay que ser contundente desde ahora», dijeron a LA NACION en el entorno del gobernador.
Fuentes del gobierno provincial explicaron que se tomarán dos semanas para acondicionar las escuelas, proveerlas de alcohol en gel y todos los elementos necesarios, y para capacitar al personal docente. Cumplido ese plazo, la administración de Morales resolverá si están dadas las condiciones para retomar el ciclo lectivo. Aclararon además que en estos días se desarrollará un sistema de educación a distancia, para que los alumnos sigan estudiando.
La decisión de evitar la suspensión de las clases fue compartida por todos los presentes, tal como se reflejó en la conferencia de prensa. «Es un momento de profunda colaboración. Las provincias no tenemos que tomar decisiones solos. El pánico lleva a actitudes caóticas. Los chicos son los que llevan las medidas de prevención al hogar. Generan conciencia y logran cambiar conductas», dijo el ministro de Educación de Córdoba, Walter Grahovac. También estuvieron la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña; la directora General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Agustina Vila, y el director General de Escuelas de Mendoza, José Thomas.