Si un gobierno de América Latina quiere enviar un avión a China a recoger los insumos que ha comprado para combatir la pandemia de covid-19: ¿qué ruta, con escalas incluidas, debe tomar la aeronave para que el cargamento llegue a su destino sin que otro Estado se lo embargue en el camino?
Puede parecer uno de esos escenarios imaginarios que se plantean en problemas matemáticos, pero es una pregunta real a la que se enfrenta un gobierno, en concreto, el de Perú.
La emergencia sanitaria que se expande por el mundo ha convertido a productos como las mascarillas, los respiradores y los ventiladores mecánicos en bienes escasos y muy codiciados, y cada vez son más las autoridades que reportan haber sido víctimas de prácticas legales, aunque no muy decorosas, que han dejado a sus ciudadanos sin los artículos que necesitaban para poder afrontar la pandemia.
En Francia, se habla de una «guerra de las mascarillas», después de que se diera a conocer la noticia de que tres gobiernos regionales habían perdido pedidos ante compradores estadounidenses que ofrecieron pagar más y en efectivo.