Brasil superó este viernes la marca de 1.000 muertos desde el inicio de la crisis provocada por el Covid-19, con un total de casi 20.000 casos confirmados de contagio, en una jornada en la que autoridades sanitarias informaron el colapso del sistema hospitalario en ciudades como Manaos y el presidente Jair Bolsonaro, por segundo día seguido, salió a la calle en Brasilia.
“Yo tengo derecho de ir y venir. Nadie va a impedir mi derecho de ir y venir. Nadie”, dijo el presidente, que concurrió al Hospital de las Fuerzas Armadas, hizo una compra en una farmacia y visitó a su hijo menor, quien cumplió años el viernes.
Las últimas noticias sobre el virus que afecta a la Argentina y al mundo.Cuando le preguntaron qué había ido a hacer al hospital, el presidente contestó con su estilo habitual, que oscila entre la ironía y el desafío. “Un test de embarazo”, respondió.
Un día antes, en la noche del jueves, había parado a comer un dulce y tomar una gaseosa en una panadería de Brasilia, algo prohibido por el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha.
En Brasilia, una de las ciudades de Brasil en la que la cuarentena y las medidas de distanciamiento social son más respetadas, se autoriza el funcionamiento de los comercios de venta de alimentos como panaderías apenas para comercializar mercaderías para llevar y no para consumir dentro de los locales. La cuarentena regirá en la capital al menos hasta el 3 de mayo.
Como Bolsonaro, el gobernador de la capital brasileña también enfrenta críticas por su comportamiento, debido a que en los feriados de Semana Santa y contrariando las orientaciones sanitarias viajó a las paradisíacas playas del litoral de Alagoas, en el nordeste del país.
En las recorridas del jueves y el viernes, Bolsonaro fue blanco de gritos de apoyo y de reprobación, provocó aglomeraciones y se sacó fotos y saludó simpatizantes.
Según los últimos datos oficiales, 1.056 personas murieron en Brasil, 115 en las últimas 24 horas, por causa del coronavirus. El total de infectados es de 19.638 personas.