La habilitación de numerosas actividades productivas y, en consecuencia, la puesta en marcha progresiva de miles de empresas en todo el país, aunque con menos intensidad en el área metropolitana, se vio reflejada en el crecimiento que registró en mayo la demanda eléctrica.
El sector eléctrico registró en mayo una leve recuperación de la demanda respecto a abril, en particular en la rama industrial que cerró el mes en un nivel equivalente al 80% de los registros previos a la cuarentena, mientras que el consumo total del sistema promedió una baja del 10%, según el reporte de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
«Al observarse la evolución de la demanda los Grandes Usuarios (GUMAs) en relación a la semana previa a la cuarentena para días hábiles, se mantiene el recupero de la demanda desde los últimos días de abril», reseñó el trabajo.
Se observó un aumento comparado de los Gumas, «partiendo de valores de alrededor de un 60% hasta alcanzar valores cercanos al 80% de la demanda previa a la cuarentena, estabilizándose en este nivel en las últimas dos semanas».
Hacia el interior de la rama industrial, que es la que explica la variación en la gran demanda, en general aumentó en todas las actividades fabriles.
Como venía ocurriendo en las últimas semanas, hacia finales de mayo se destacaban las actividades relacionadas a productos metálicos no automotor, con aumentos en las principales empresas del sector como Siderca, Siderar y Acindar, que alcanzaron el 65% de su demanda previo a la cuarentena.
También se destacó en el informe de Cammesa, la evolución de las empresas de la construcción, por la mayor producción en Loma Negra, Avellaneda o Minetti, que alcanzaron el 75% de la demanda de electricidad previa a la cuarentena.
El análisis industrial, también contempló a las empresas relacionadas con madera y papel que en mayo alcanzó una demanda similar a los días previos a la cuarentena.
La Industria textil, en tanto, alcanzó algo más del 60% de su demanda previa a la cuarentena, a pesar de ser uno de los rubros que aún no tiene habilitada mayormente los canales de venta minoristas y en los grandes centros comerciales, situación que restringe la demanda.
El reporte puso de manifiesto que en el segundo mes de pleno de aislamiento social -que comenzó el 20 de marzo pasado-, marcó un leve incremento en la industria automotriz, explicado por la puesta en marcha de las primeras terminales como Volkswagen, Toyota, Fiat, Mercedes Benz o Renault, aunque con plantillas limitadas y niveles de producción inferiores a los meses precios.
Por el contrario, se mantuvo en mayo la tendencia de caída en la Industria de la alimentación y consumos masivos y en extracción de petróleo.
Un punto importante entre los mayores consumidores de energía eléctrica del país es el caso de Aluar, la productora de aluminio, que registra desde los primeros días de mayo la baja relativa en la demanda pero por un aumento de autogeneración por parte de la planta respecto a los días previos, requiriendo menor demanda de energía desde el sistema interconectado.
En cuanto a la demanda de las distribuidoras eléctricas, las que abastecen a todo el sistema menos a los grandes usuarios, el comportamiento desde su definición varía mucho con la temperatura y el tipo de día hábil o feriado.
Por eso, si se compara una semana típica del periodo de cuarentena con el año 2019 para días similares en cuanto a temperatura (para este caso 14°C), en valores medios se observó este mes una baja de 1600 Mw interanual, representando una caída total del orden de 10%.
En el caso de las distribuidoras, con una demanda de 12.598 Mw, en mayo se registró una merma interanual promedio de 923 Mw, los que representan una caída de 6,8%.
Al tomarse como referencia la demanda media total entre 2019 y 2020, el requerimiento eléctrico sufrió una caída de alrededor de 2 GWh medios diarios en relación a días similares en cuanto a temperatura y características.
El trabajo realiza también algunas observaciones operativas que reflejan que la actividad a primera hora de la mañana disminuye, produciendo un apagado similar a un día domingo, y reduce la pendiente de crecimiento hacia el mediodía, mientras que el pico nocturno se adelanta aproximadamente media hora por la actividad hogareña y se extiende por mayor tiempo.