La directora de la Escuela 517, Lucía Acosta, realizó una denuncia por vandalismo contra los vecinos que quemaron cubiertas, dañaron un portón y rayaron los paredones del establecimiento para manifestar su oposición a la instalación de un anexo sanitario. Dijo que las personas que protestaron «no eran parte de la institución» y dudó que sean habitantes de la zona.
La Escuela 517 fue una de las instituciones elegidas para ser uno de los hospitales anexo sanitario y recibir a los pacientes positivos, pero con síntomas leves, de coronavirus como sucede con la Escuela 749 (ex ENET 1 en el barrio Cívico).
La elección se basó en que cuenta con una superficie de 2.103 metros cuadrados y cuenta con un fácil acceso para las ambulancias. La misma está situada en Juana Azurduy y Lisandro de la Torre, barrio Isidro Quiroga.
Pero la institución amaneció el lunes con pintadas acusando a las autoridades de “querer traer el virus al barrio”. Sin embargo, lo peor se produjo el martes porque varias personas quemaron cubiertas en un portón y alrededor de la institución, además de pintar los paredones con leyendas que estigmatizaban a los portadores de la enfermedad».
La directora de la escuela, Lucía Acosta, ya efectuó una denuncia por vandalismo contra los vecinos y aclaró que en el SUM de la institución no había ningún tipo de elemento hospitalario. “No tenemos nada armado. Escuché que había camas y respiradores pero no tenemos nada. El SUM está vacío”, destacó.
Además, cuestionó que los vecinos se dejen llevar por mensajes originados en las redes sociales. “La gente cree mucho en lo que circula por Facebook. Hasta se empezó a hablar que se pensaba traer a pacientes chilenos y no tiene nada que ver. Cualquier institución educativa es referente de la comunidad. La verdad es que totalmente repudiable lo que hicieron y habla de la poca empatía y solidaridad con el prójimo porque esto nos puede tocar a cualquiera”, indicó.
Acosta también aseveró que ninguno de los familiares que pertenece a la institución de la que egresaron decenas de chicos y jóvenes que padecen problemas de audición y habla, participaron de las protestas.
“Ninguno de los que quemaron cubiertas era familiar de alumnos que asisten a la escuela. Nosotros somos la única escuela de sordos e hipoacúsicos de Comodoro y tenemos matrícula de toda la ciudad. Ningún padre estaba en la protesta y me animo a decir que tampoco estaban vecinos del barrio”, cuestionó.
Debido a los actos de vandalismo, las autoridades municipales dieron marcha atrás para instalar un hospital de campaña, por lo que la directora de la Escuela 517 lamentó todo lo sucedido.