El ex oficial del Departamento de Policía de Minneapolis, Derek Chauvin, imputado por la muerte de George Floyd, fue acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. En las últimas horas fue trasladado dos veces.
En un principio, el policía estuvo recluido en la Cárcel del Condado de Ramsey y luego fue llevado a la cárcel del Condado de Hennepin. Este lunes 1 de junio se conoció que el Departamento de Correcciones de Minnesota ordenó un nuevo cambio hacía la cárcel Correccional de Minnesota en Oak Park Heights, considerada de máxima seguridad.
Chauvin, quien tenía un prontuario de hechos violentos a lo largo de su carrera, fue acusado cuatro días después de la muerte de Floyd por el fiscal del condado Hennepin, Mike Freeman.
Los ojos de los investigadores del FBI están puestos en la 18 denuncias que tenía el policía ante la oficina de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Minneapolis. Las irregularidades las cometió durante las dos décadas en las que prestó servicio al cuerpo oficial.
Según el diario «Star Tribune», Chauvin fue uno de los agentes implicados en la muerte en 2006 de Wayne Reyes, un hombre de 42 años que supuestamente apuntó con una escopeta al oficial tras apuñalar a un amigo y a su novia.
El 25 de mayo, George Floyd, de 46 años, padre de una niña de seis años y ex guardia de seguridad, fue detenido por la policía después de que el empleado de una tienda lo denunciara por intentar pagar con un billete falso de 20 dólares.
Cuatro agentes arrestaron a Floyd y lo esposaron; uno de ellos lo mantuvo retenido en el suelo, arrodillándose sobre su cuello durante más de ocho minutos, mientras Floyd gritaba que no podía respirar.
Los videos de este momento, que captan los últimos minutos con vida de Floyd, se hicieron virales y provocaron una oleada de indignación en todo el país, a la que se sumaron personalidades políticas y artísticas que denunciaron la violencia policial contra los afroamericanos.