Dicen que las alarmas se han encendido en el Grupo Jornada, en el cercano entorno de González y en él mismo, a partir de esta sorpresiva decisión que han tomado dos de las tres personas que están imputadas en una causa federal por narcotráfico, por tener en el patio de la casa más de un centenar de plantas de marihuana presuntamente para producir droga. ¿Por qué quieren declarar ahora? ¿Qué van a contarle al juez? ¿Dirán algo que pueda involucrar al “Gordo” Héctor González en la causa?
Son todas preguntas que por el momento no tienen respuestas y que originan muchas expectativas en la investigación que se lleva adelante en el Juzgado Federal de Rawson, a partir de aquel inédito hallazgo que hizo la policía el pasado 19 de mayo, cuando allanó la mansión de los González en la zona sur de Trelew y descubrió toda una estructura preparada para sembrar, cultivar y cosechar marihuana, aparentemente, con fines de comercialización para producir droga.
El procedimiento que tuvo repercusión nacional, fue llevado a cabo por personal de la División Drogas Peligrosas de Trelew, al mando del comisario Eduardo Alonso; en una imponente propiedad de la calle Cangallo al 100, ubicada a metros de una escuela primaria y en un barrio en el que antaño, curiosamente y como dato de color; vivieron varios jueces y funcionarios del Poder Judicial de Chubut, según recuerdan hoy algunos vecinos.
En esa casa también supo vivir hace un tiempo atrás el (por ahora) “capo máximo” del Gremio de Luz y Fuerza de la Patagonia. Héctor González se domicilió ahí hasta antes de separarse de la mujer que hoy “está en problemas” junto a sus dos hijos.
Desde ese inmueble la policía –aquel 19 de mayo—se llevó más de un centenar de plantas de marihuana, unos quinientos plantines también de cannabis sativa y más de una decena de cactus “San Pedro”, una especie de la que –al igual que la marihuana– se extrae una sustancia alucinógena.
Esto fue lo que dio inicio a la causa federal que tanto preocupa a González y a sus socios en el Grupo Jornada: Jorge “El Turco” Aidar Bestene y Walter “Toco” García Moreno.
En el marco de esta investigación judicial entonces es que el próximo 7 de agosto a la mañana van a declarar la expareja de González y uno de sus hijos. Según una alta fuente judicial, ellos pidieron ser escuchados por el juez quizás para decir cosas que en la indagatoria inicial no se animaron a contar o para aportar algún dato que les ayude a mejorar su situación en la causa. El fantasma de la figura de “el arrepentido” sobrevuela este proceso, dicen, desde un comienzo.
Después de que el magistrado los escuche tendría diez días hábiles para resolverles la situación procesal y determinar si los procesa con prisión preventiva o no. Vale recordar que los delitos que se les atribuye son gravísimos y que de no haber sido por la pandemia hubieran estado tal vez detenidos en la Unidad 6 de Rawson, esperando allí el día del juicio.