La escasez de reservas despertó un debate en torno a mayores restricciones para la compra. Alberto Fernández calificó como “un problema” al aumento de la demanda de moneda extranjera. Algunos economistas atribuyen la situación actual al destino de los dólares adquiridos por los pequeños ahorristas, pero también a la estrategia de cierta parte del sector agroexportador.
El presidente Alberto Fernández definió como “un problema” el aumento en la demanda de dólares para atesoramiento por parte de pequeños ahorristas. La escasez de reservas del Banco Central despertó un debate en torno a mayores restricciones para la compra. No obstante, desde el Ministerio de Economía aclararon que no hay cambios para la operatoria de dólar ahorro vigente, según publica Página/12.
“La gente compra 200 dólares por mes y eso genera una demanda muy grande de pequeños ahorristas. Hoy por hoy es un problema. No son sumas tan importantes, pero son un problema”, afirmó el Presidente.
El mandatario explicó que muchos beneficiarios que cobran el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), luego “lo convierte en dólares, no para especular sino para que no se deteriore el ingreso” frente a la inflación.
De acuerdo al último informe de balance cambiario, en junio 3,3 millones de personas compraron 650 millones de dólares, lo que implicó un 37 por ciento de aumento con respecto al mes anterior. En lo que respecta a julio, según estimaciones de operadores cambiarios, 4 millones de personas compraron 800 millones. Frente al aumento de la demanda de dólares y la necesidad de abastecer al mercado cambiario, Fernández recordó que el gobierno de Mauricio Macri sólo “dejó diez mil millones de dólares” de reservas de dolares disponibles.
“Hoy tenemos los mismos niveles de reservas que nos dejó el gobierno de Macri e incluso logramos renovar el swap con el gobierno de China pese a que para hacerlo había una cláusula que obligaba tener en vigencia un acuerdo con el Fondo”, aseguró.
En el mismo sentido, se manifestó la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, al señalar que el mercado cambiario “va a necesitar regulaciones por un tiempo”. La funcionaria explicó que la prioridad del gobierno es utilizar los dólares acumulados “para producir” y no gastarlos en “ahorro que va a parar al colchón”. “Las empresas tienen que comprar insumos para poder producir y necesitamos darle dólares y en algunos casos para que las empresas paguen deudas y también para girar utilidades”, concluyó.
En este marco, el ministerio de Economía le aseguró a Página/12 que “no sólo que no se piensa en restricciones, sino que se aguarda que, luego de las operaciones de pasivos que se realizarán durante este mes, se estabilizará el frente cambiario”. De esta forma, descartó que haya en en estudio disminuir o impedir la compra de dólares ahorro.
Las causas del drenaje permanente de dólares
A dónde están y a dónde van los dólares. Esa la gran incógnita de la situación cambiaria actual. ¿Por qué en el marco de un superávit comercial –producto de la abrupta caída de las importaciones–, de una significativa disminución de la fuga –gracias a los controles cambiarios–, de las menores obligaciones financieras –por la reestructuración de la deuda– y del menor egreso de dólares –dadas las restricciones del turismo–, por qué no aumentan de las reservas del Banco Central y se analiza limitar la compra de dólares en el mercado minorista?
“No puede ser que tengamos 1.500 millones de dólares de superávit comercial todos los meses y las reservas estén estancadas. Hay un problema con el ingreso de esas divisas que hay que revistar”, señala el economista Ricardo Aronskind.
La respuesta, según Alejandro López Mieres, economista del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de Argentina (IPyPP) especializado en temas financieros, tiene dos elementos básicos: el primero, el comportamiento del sector agroexportador que liquidó exportaciones antes del cambio de gobierno, guarda futuras ventas en silobolsas y subfactura exportaciones; y el segundo, los vencimientos de deuda comprometidos en del sector privado.
“Este año vamos a tener un superávit comercial importante que, por lo menos, va a ser de 15 mil millones de dólares. Sin embargo, el balance cambiario en dólares del superávit comercial no se ve reflejado como debería. Tenemos un déficit de ingresos”, explica López Mieres y señala que en gran medida se debe a que el sector agroexportadora “encanuta” liquidaciones.
El problema de egresos, señala el economista, además está vinculado al pago de deuda privada. “El Banco Central está obligado por regulación a darle al sector privado los dólares de deuda comprometida vía títulos. Si el sector privado no puede renovar esa deuda, el Central se los tiene que ofrecer y son muchos vencimientos. Eso también es un goteo permanente”, sostiene.
Este drenaje de dólares sistemático explica por qué las reservas no crecen en un contexto de superávit importante. “En los últimos tres meses ese superávit que informa el INDEC es menor al real y no se ve reflejado en el balance dolar cambiario del Banco Central”.
El otro elemento que destaca López Mieres a tener en cuenta es el destino de los dólares adquiridos por los pequeños ahorristas. “Si lo ubicamos en una perspectiva histórica, la venta de 600 o 700 millones de dólares no debería preocupar. El problema es que la gente los compra en blanco y los vende en el mercado paralelo. Por lo tanto, son más de 7 mil millones de dólares que en un año que pasarían a la economía informal”.