Pasada la medianoche y comenzando este jueves en Argentina, terminó una reunión multitudinaria entre los jugadores de la NBA que disputan los playoffs en la burbuja de Orlando. Buscaban un consenso respecto a cómo seguir luego del boicot que comenzó con la baja de Milwaukee Bucks del partido con Orlando y terminó, sorprendentemente, con muchos otros equipos y ligas con encuentros suspendidos. Y no hubo acuerdo: mientras los representantes de Los Angeles Lakers y Los Angeles Clippers votaron por bajarse del torneo y finalizar la temporada, el resto no los acompañó.
La reunión comenzó luego de las 21 de nuestro país, cuando -después de casi tres horas y media encerrados en el vestuario- los jugadores de Milwaukee salieron a leer un comunicado luego de hacer tambalear la estantería de la NBA.
El equipo había decidido no salir a jugar contra Orlando a causa del ataque sufrido por un joven negro llamado Jacob Blake, a quien un policía blanco (identificado este miércoles como Rusten Sheskey) le disparó siete tiros en la espalda y lo dejó gravemente herido, con la posibilidad de que no vuelva a caminar.
A partir de entonces, aunque no había nada planificado, el resto de los equipos fue tomando la misma decisión, la propia NBA decidió suspender los partidos del día y otras franquicias de distintas ligas tomaron el mismo camino.
En el meeting entre los basquetbolistas, en el que se manifestó cierta molestia con los Bucks por haber encarado la situación unilateralmente, y de acuerdo a lo informado por The Athletic, Los Angeles Lakers, equipo liderado por LeBron James y Anthony Davis; y Los Angeles Clippers, con Kawhi Leonard y Paul George a la cabeza, votaron por sostener la medida de boicot y darse de baja de lo que resta del campeonato.
Sin embargo, los jugadores del resto de las franquicias no se mostraron de acuerdo con tan drástica medida. Para muchos de ellos había que hacer valer el sacrificio de haberse metido en la «burbuja» que se armó en Disney, Orlando, en la que están obligados a permanecer encerrados, cumpliendo estrictos protocolos y, claro, lejos de sus familias.
Udonis Haslem, veterano tres veces campeón de la liga y hoy hombre con mínima presencia en la cancha pero suma ascendencia en el vestuario de Miami Heat, les preguntó a sus compañeros: «¿Cómo seguimos una temporada sin los Lakers ni los Clippers?».
Sucede que no sólo son dos equipos importantes: también son dos de los tres o cuatro máximos candidatos a campeón y cuentan en sus filas con cuatro de los 10 mejores de la NBA. Charladas todas las cuestiones y ante la división en la votación, uno de los jugadores LeBron James -que opinó que los dueños de las franquicias deben involucrarse más fuertemente en la cuestión- se retiró de la reunión y detrás suyo salieron el resto de los Lakers y Clippers.
Más allá de la disidencia, esto no implica que los dos equipos californianos vayan a abandonar la temporada dejando al resto, sino que será tema de debate.
Para la mañana de este jueves, en tanto, se espera otra reunión entre los jugadores y una videollamada entre las autoridades de la liga y la Junta de Gobernadores, conformada por los propietarios de los equipos. Todo indica que no se jugarán los partidos programados (Utah-Denver y LA Clippers-Dallas).
Serán horas decisivas para definir la continuidad de una NBA que ya había sido pospuesta por la pandemia de Covid-19 y cuyo regreso ya había estado en duda precisamente por la problemática de la injusticia racial.