El estado brasileño de Bahía anunció un acuerdo con Rusia para desarrollar la vacuna Sputnik V, mientras el presidente Jair Bolsonaro aseguró que su Gobierno está «venciendo» la batalla contra el coronavirus, pese a que los muertos por la pandemia no cesan en Brasil y hoy superaron la barrera de los 130.000.
«Estamos prácticamente venciendo la pandemia, el Gobierno hizo todo para minimizar los efectos negativos», declaró Bolsonaro, durante un discurso en la localidad de Sao Desiderio, de Bahía, en el nordeste brasileño, una de las regiones más pobres del país.
«Estamos viendo que ya comienza a aparecer en los medios de comunicación de allá afuera que Brasil es uno de los países que menos sufrió con la pandemia debido a las medidas tomadas por el Gobierno», reforzó el mandatario, pese a que se trata del segundo país con más muertos por coronavirus del mundo y el tercero con más casos, detrás de Estados Unidos e India.
Como es habitual en sus presentaciones públicas, el jefe de Estado brasileño, que vetó una ley que imponía el uso obligatorio de tapabocas y criticó a los gobernadores que decretaron el aislamiento social para mitigar la propagación del virus, saludó y estrechó la mano del público sin barbijo, según la agencia de noticias ANSA.
Sobre la vacuna
La visita de Bolsonaro a Bahía se dio después de que el Gobernador de ese estado, Rui Costa, con quien está enfrentado políticamente, anunciara que firmó un acuerdo con Rusia para realizar estudios con la vacuna Sputink V y la eventual fabricación de 50 millones de dosis, que alcanzaría a un poco menos del 25% de la población brasileña.
«Vamos a poder entregar la vacuna a todo Brasil cuando sea aprobada por los órganos responsables», señaló Costa, luego de llegar a un acuerdo con el Fondo Ruso de Inversiones Directas, el mismo que que firmó el mes pasado con el Gobierno del estado de Paraná los testeos del antídoto.
En los últimos días, el presidente Bolsonaro expresó sus reservas sobre la vacuna así como con las campañas obligatorias de inmunización, por considerar que la vacunación «compulsiva» es propia de los gobiernos «dictatoriales».
Hasta el momento, los ensayos clínicos de las vacunas de Oxford, la china Coronavac y laboratorio belga Jansen-Cilag tienen la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) en Brasil.
Mientras crece el debate por la gestión de la pandemia y las expectativas por la aprobación de una vacuna, siguen creciendo los casos y los muertos en el país.
Reporte de casos
En las últimas 24 horas, se reportaron 43.178 nuevos contagios y 874 fallecidos, por lo que el total asciende a 4.282.164 y 130.396, informó el Ministerio de Salud.
«Los modelos apuntan a que el pico de la epidemia ya pasó (…) y al inicio de una caída, aunque aún en niveles bastante altos e inaceptables», afirmó el inmunólogo Guilherme Werneck, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (Abrasco), citado por la agencia de noticias AFP.
En este contexto y frente a la recurrente aglomeración en bares y playas, el Gobierno de Río de Janeiro, la segunda región con más muertes, implantó hoy nuevas restricciones a su población y prohibió la ingesta de bebidas alcohólicas en la calle después de las 21 horas.
Esto supone un duro revés para la vida nocturna del estado que comenzó a reactivarse en julio, luego de un descenso de casos, y parecía de regreso a la normalidad tras la parálisis provocada por la pandemia de coronavirus que provocó la quiebra de unos 1.000 negocios y dejó son trabajo a 27.500 empleados, según el Sindicato de Bares y Restaurantes de Río.