El Gobierno se mostró conforme con los primeros intercambios con el Fondo Monetario Internacional, FMI, que se dieron la semana pasada cuando los técnicos del organismo estuvieron en Buenos Aires.
Tras esa misión, el FMI difundió ayer un comunicado en el que calificó que el país enfrenta “desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles”.
Precisamente, la intención del Gobierno era que esta misión sirviera para que el FMI pudiera conocer de primera mano lo compleja de la situación argentina, que tras dos años de recesión recibió el impacto del coronavirus e hizo caer el PBI a niveles de 2006.
“Antes que negociar es importante comprender”, sostenían desde el Gobierno en relación al inicio de las conversaciones con el FMI para obtener un nuevo préstamo para repagar el anterior, del cual se recibieron en 13 meses unos US$ 44.000 millones.
Por eso, tras la ronda de consultas que mantuvieron la número dos del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el líder para la misión en la Argentina, Luis Cubeddu, y del comunicado que enviaron ayer, desde el Gobierno calificaron que los intercambios fueron de gran colaboración mutua.
Aún resta un largo camino por recorrer para llegar a un acuerdo para el nuevo préstamo que implicará condicionalidades para la Argentina. Cuanto menos, habrá un sendero fiscal a cumplir y también un programa para reducir la inflación.
La intención oficial es tener para abril del año próximo el acuerdo cerrado. Es que, si bien en septiembre de 2021 vence la primera cuota del capital del préstamo (los intereses ya se están pagando, de manera trimestral), en mayo se deben abonar unos US$ 2.100 millones con el Club de París, crédito que el Gobierno también quiere renegociar.
El Club de Paris exige que la Argentina tenga un programa vigente con el FMI. Es por eso que esto se impone como “urgencia” antes del vencimiento con el Fondo en sí.
En el camino hacia llegar a ese acuerdo, el FMI elaborará, de manera conjunta con las negociaciones para el nuevo préstamo, el artículo IV: así se denomina la revisión que el Fondo hace de las economías de todos los países miembro del organismo internacional.