El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, aseguró que el proyecto de ley que el Ejecutivo envió al Congreso sobre interrupción voluntaria del embarazo, «es un viejo anhelo y una cuestión de salud pública ya que son muertes evitables».
Al hablar en la reunión semanal del Consejo Federal de Salud (COFESA) el ministro dijo que espera que «se produzca un debate razonable y con evidencias» en ambas cámaras legislativas.
El funcionario indicó además que, de aprobarse, «la ley tendrá impacto en la disminución de la mortalidad materna y en las internaciones post aborto clandestino».
González Garcia sostuvo, en un comunicado, que la norma «estará acompañada de una política de refuerzo del Estado para quienes deseen continuar con el embarazo a través del proyecto de Ley de los 1000 días».