El balance del intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre.
Al cumplir un año de gestión dejó en claro que “este no ha sido un año para olvidar, sino para recordar. Nos ha dejado enseñanzas y nos puso a prueba”
“Aunque hayamos sido heridos, supimos levantarnos y seguir andando. Cuando un pueblo tiene fe y fortaleza ni el más dañino de sus enemigos puede torcer sus conductas: y esas conductas fueron recíprocas. Por eso hemos pasado un año caminando juntos. A veces me dicen que este es un año para olvidar. Y yo les digo que resulta todo lo contrario. Es un año para recordar. Siempre. Porque nos ha dejado una enseñanza en medio del vértigo que supone salir a pelear con un arma indeleble contra un enemigo invisible”, dijo el intendente Gustavo Sastre al resumir su primer año al frente del Departamento Ejecutivo Municipal poniendo como ejemplo primordial la conjunción entre pueblo y gobierno para enfrentar, entre otras cosas, las esquirlas sin pausas de la pandemia.
Pero, al hacer un balance de esta gestión que comenzó el 8 de diciembre de 2019 dijo que “es claro que hemos transitado cifras de dolor pero nunca bajado los brazos. La ciudad, sus habitantes continuaron cumpliendo y compartiendo sus sueños y sus esperanzas. Siempre Madryn dio un paso al frente. Porque su gente entendió que aún en la larga noche que llegó sobre las extensiones del mundo, había que continuar dando vida y luz, no había que bajar los brazos”.
Sastre aseguró que “teníamos bien en claro cuáles eran nuestras limitaciones. Pero también tuvimos en claro cuáles eran nuestras responsabilidades. Gobernar es darle al otro lo que el otro necesita para vivir con dignidad. Formo parte de un proyecto que comenzó hace muchos años y al que pretendo darle continuidad y más aún cuando las piedras que nos han puesto en el camino tengan dimensiones que nunca esperábamos”.
Pero -agregó- tuvimos en claro que la ciudad y su gente debían seguir transitando por caminos que nosotros nos comprometimos a construir. Y ese camino puede tener obstáculos difíciles pero no insalvables. Así la marcha pudo haber sido distinta, pero no fueron distintas las políticas comprometidas: crecer como lo imponen los tiempos, hacer como lo pide la gente y tener la suficiente audacia e imaginación para ir dejando atrás todo lo que podía lastimarnos, todo aquello que podía impedirnos desarrollarnos como sociedad”.
Sastre dijo luego que “las pruebas están a las claras después de este año en que debimos desviar esfuerzos que desde el primer día iban a estar destinados pura y exclusivamente a desarrollar nuestro proyecto tal como lo comprometimos. Y digo que están a las claras porque pese a todo no nos desviamos de nuestras prioridades aunque tuvieran que cambiar debido a la pandemia. Seguimos organizando la vida de la sociedad, estuvimos acompañando a la gente de todos y cada uno de los barrios de Madryn. Y al lado de quienes volvieron a apostar al crecimiento y desarrollo personal y comunitario porque había motores que no podían apagarse. Y si alguno debió hacerlo porque la difícil coyuntura sanitaria lo imponía nunca dejamos de realizar esfuerzos en conjunto para adaptarnos a lo que se denomina “la nueva normalidad”. Nos sentimos acompañados y por eso, en medio de esta tempestad inesperada vimos salir el sol en unas cuantas oportunidades. Pero nunca solos. Siempre de la mano de quienes nos pusieron en este lugar para continuar con lo que se había empezado”.
El Jefe Comunal aseguró que “este primer año no da para balances extensos sino que nos convoca a levantar la vista y mirar lo más lejos que podamos el futuro. Un futuro que debemos construir con la memoria constante en este 2020 distinto a todos. Pero con una mirada firme y clara en relación a lo que queremos y pretendemos. Dijimos con claridad hace un año que este proyecto se basaba principalmente en la inclusión, en la atención primaria de los más desprotegidos y en la mano tendida siempre hacia quienes desde cualquier lugar peleaban para hacer más grande la ciudad.
Una ciudad con todos y para todos, bandera que seguiremos levantando mientras el amanecer de cada día nos encuentre en este lugar”.
Finalmente, Gustavo Sastre expresó que “quiero hacer llegar en este resumen del recorrido mi agradecimiento profundo a quienes desde la primera línea de lucha contra la pandemia dieron y siguen dando todo. A los trabajadores de la salud, a los miembros de todas las fuerzas de seguridad, a los trabajadores municipales y a todos quienes estuvieron en las casas, en las calles, en los hospitales. En cualquier lugar donde alguna emergencia lo requería.
Por eso dije al principio que este no es un año para olvidar. Es para tenerlo siempre vivo en la mente. Tener siempre presente que no hay límites para la esperanza cuando se ejerce la fuerza de la fe y del amor. Deseamos que aquellas cosas que quedaron pendientes por razones que no hacen falta explicar, vayan siendo realidad en los tiempos que vienen. No tengo dudas que así será. Creceremos aún en medio de los golpes que recibimos. Pero cada golpe tendrá un efecto contrario: en lugar de derrumbarnos nos hará levantar sin dolores y con más fuerzas y más ganas de marchar hacia lo que nos hemos propuesto”.