El delantero uruguayo Santiago Silva se presentó ante el Tribunal de Disciplina de la AFA y pidió «una habilitación provisoria» para volver a jugar, ya que se encuentra cursando una suspensión de dos años por un caso positivo de doping que él justificó a partir de un tratamiento de fertilidad que comenzó a realizarse en 2019.
«Silva se presentó solo a declarar esta tarde y expuso durante media hora su situación, solicitando finalmente un pedido de habilitación provisoria que ahora el Tribunal de Disciplina analizará y luego, en caso de aprobarse, se notificará a la FIFA sobre el tema», le explicó una alta fuente de ese organismo afista a Télam.
«Este es un caso de doping que puede ser revocado solamente si el jugador se presenta a declarar ante el Tribunal de Disciplina o realiza una presentación formal al respecto, algo que Silva hizo hoy», aclaró la fuente.
Silva, de 40 años está en libertad de acción tras haber finalizado su contrato con Argentinos Juniors y si es rehabilitado, y este jueves circuló la versión de que su excompañero en Banfield, Walter Erviti, hoy técnico de Atlanta, lo tentaría para llevarlo al club de Villa Crespo, que milita en la Primera Nacional, aunque al estar cerrado el libro de pases, la AFA tendría que hacer otra excepción.
La sanción del doping positivo le llegó a Silva en octubre del año pasado, cuando el fútbol comenzaba a reanudarse en la Argentina tras la interrupción por la pandemia de coronavirus.
Y si bien el montevideano argumentó, y de hecho lo siguió haciendo hasta estos días, que esa dosis elevada de testosterona que detectó el control que se le realizó en abril de 2019, cuando jugaba por Gimnasia y Esgrima La Plata, se debió «a que estaba realizando un tratamiento de fertilidad».
«Lo hice en enero de 2019 y no había ningún problema entonces, porque tenía todos los certificados. Pero después hubo un problema y se elevó la hormona», explicó entonces el «Tanque».
La sanción expira en diciembre de este año, pese a que se registró en abril de 2019 y por ello debería retornar a la actividad el mes próximo, pero se le descontaron los meses en que siguió jugando en Argentinos Juniors (ya se le venció el contrato con el club de La Paternal y está libre) tras una medida cautelar elevada desde el ámbito judicial.
La sanción de dos años de suspensión indicada por FIFA para cualquier caso de doping positivo fue resuelta por la Comisión Antidopaje Nacional a través de su Tribunal Disciplinario, que luego le dio curso a su par de AFA.
«La verdad que éste es un caso único (el de doping positivo por un tratamiento de fertilidad) y por lo tanto no tenemos antecedentes en AFA», completó la fuente consultada por Télam.
En el último mes desde distintos ámbitos del fútbol nacional se llevaron a cabo pedidos públicos para que Silva vuelva a jugar. La semana pasada el uruguayo nacido el 9 de diciembre de 1980 en Montevideo se recibió de director técnico. Pero antes de ejercer con pantalones largos fuera de la cancha, quiere meterse adentro nuevamente vestido de cortos.