Al muchacho le pusieron un revolver 38 largo en la cabeza y lo golpearon para sacarle la moto, cuando fue a una casa a llevar un pedido para la rotisería en la que trabaja como “delivery”. Fue diez minutos antes que a un distribuidor de “Pedidos Ya” le pasara lo mismo con los mismos delincuentes. Ambos hechos ocurrieron en el acceso al barrio Planta de Gas, en la zona este de Trelew.
La mujer le llevó a la policía los nombres y las direcciones en donde viven los asaltantes; el lugar en el que tenían oculta la moto de su hijo y en la comisaría se encontró con un oficial con pocas ganas de trabajar que no quiso recibirle la información, poniéndole como excusa que se debía cumplir con un protocolo.
Encima notó después que le habían tomado mal la denuncia a su hijo, que en vez de poner que había sido víctima de un robo a mano armada le habían calificado el hecho como “un hurto”, un delito menor que para nada es comparable a la gravedad de un asalto.
Cristina Gerez muy indignada con la policía de Massoni escribió después en su Facebook al publicar una foto de la moto que le robaron a su hijo y contar lo sucedido: “Federico Massoni ¿dónde está tu gente cuando se la necesita? ¡Ni un móvil fue a ayudar a mi hijo! Tengo que agradecerle a Dios que no lo mataran. Acá te roban lo que te costó un montón comprarte y ¿tenés que estar contento de que no te maten? Te apuntan (con un revolver) a la cabeza totalmente drogados ¿y tenés que agradecer estar vivo? ¿Dónde está tu grupo GRIM? Porque no los vi eh! Yo trasladé a mi hijo golpeado y nadie me dio una mano. Bronca y mucha impotencia de salir de tu casa a trabajar y no saber si volvés: ¿somos tierra de nadie?”
La mujer contó en una entrevista periodística que su hijo Lucas tiene 24 años, que es estudiante universitario y que trabaja con la moto para pagarse sus estudios. Ahora se quedó sin el vehículo con el que hacía reparto de comida para una rotisería y de milagro no terminó con un tiro en la cabeza.