Por lo pronto desde mañana se hará cargo del plantel «blaugrana» en forma interina Sergi Barjuán, actualmente responsable del Barcelona B, aunque esta es una medida para salir del paso mientras se resuelven temas urticantes que coinciden más en lo económico que en lo deportivo.
Como la elevada indemnización que deberán abonarle a Koeman(si no hay otro acuerdo, ascendería a 12 millones de euros, pero no a pagar ahora sino al finalizar la temporada a mediados de 2022).
Pero el otro camino que conduce a mayores erogaciones en un club en pésimas condiciones económicas es el costo que conllevaría la llegada de un nuevo cuerpo técnico, que arribaría con todas las obligaciones habidas y por haber, ya que hoy en día Barcelona se está quedando afuera de la Champions League en la actual fase de grupos pero, además, tampoco se está clasificando en el certamen español a la edición 2022-2023.
Los nombres que salieron a la luz en los últimos tiempos para reemplazar a Koeman fueron, además de los dos mencionados, los del español Robert Martínez, actual entrenador del seleccionado de Bélgica, el también neerlandés Erik Ten Hag, que conduce a Ajax de su país, y el italiano Andrea Pirlo.
Sin embargo en los últimos días el popular programa deportivo español El Chiringuito realizó una encuesta en la que, por toda lógica, el ganador fue Xavi, pero muy cerca en las preferencias de los votantes obviamente «culés» quedó Marcelo Gallardo, con todo lo que significa no estar en la mira de esos hinchas en comparación con sus competidores para suceder a Koeman, que en su totalidad son de origen europeo.
De hecho, las consideraciones de los votantes y de los medios españoles en la consideración general señalaron a Gallardo como «el mejor» de todos ellos, incluyendo al propio Xavi, porque estiman que no tienen una real dimensión de sus calidades como entrenador por estar dirigiendo a Al Sadd, equipo de una liga de cuarto orden como la de Qatar.
Y por allí surge alguna de las razones por las que Laporta no está muy convencido de sumarlo a la dirección técnica a un Xavi que supo ganarlo todo con Lionel Messi como ladero en los hoy más extrañados que nunca buenos tiempos de aquel equipo dirigido por Josep Guardiola.
Pero no es ese el principal motivo, sino que además hay otros dos que le ponen un obstáculo a los deseos de Xavi por quedarse con ese cargo, y el principal de ellos es que en las no muy lejanas elecciones que consagraron el retorno de Laporta al poder en Barcelona, el técnico de Al Sadd hizo campaña desde Qatar en apoyo a uno de sus opositores, Víctor Font.
Y por último, Xavi tenía hasta este año una cláusula en su contrato con la entidad qatarí por la que podía rescindir automáticamente su contrato solamente en caso de ser convocado por Barcelona, pero al renovarlo recientemente hasta 2023 ese apartado fue eliminado y ahora su desvinculación ya sería mucho más problemática, ya que si en algo no podría ayudarlo Barcelona sería en lo económico, si el exfutbolista barcelonista tuviera que resarcir a su actual empleador.
En cambio Gallardo, que según algunos medios españoles fue sondeado en los últimos días por Laporta, algo que el «Muñeco» no confirmó pero tampoco negó cuando fue consultado al respecto la semana anterior por la prensa argentina, solamente tendría que esperar dos meses más para poder finalizar su contrato con River y luego incorporarse a Barcelona hasta con el probable marketing de llegar como flamante campeón del fútbol argentino, de lo poco que le faltaba ganar al frente del equipo de Núñez en siete años en el cargo.
Y para lo que resta del año a Barcelona le quedan por delante seis partidos por la liga española y tres por la Champions League, que en el caso de esta última competencia pueden derivar en una rápida eliminación del torneo en primera fase, algo impensado para el «Barsa» de las últimas dos décadas.
Por todo esto es que a pesar de que muchos creen que a Gallardo no le conviene tomar al equipo «blaugrana» en este momento, la realidad es que sí se vería muy favorecido con esa elección, ya que tiene todo para ganar y muy poco para perder, porque cualquier logro que obtenga, por mínimo que sea, como por ejemplo clasificarse para la Champions League 2022-2023, será visto como un paso adelante.
Pero además, si algo caracteriza al «Muñeco» es la intensidad de su trabajo, ya que sus propios dirigidos confirman a menudo que en River «se entrena como se juega», y justamente eso es lo que le reclaman los aficionados barcelonistas al equipo cada vez que tienen oportunidades de manifestarse públicamente.
Además Barcelona tiene un buen plantel, más allá de la diáspora que arrastró hasta al propio Lionel Messi. Pero que el rosarino lo haya votado a Gallardo en la última elección a mejor técnico del mundo no es un dato menor y no escapa a la miraba de la afición «blaugrana», donde todo lo que tiene que ver con «Lío» es respetado y querido como si se tratara de él mismo.
Y sino, solamente falta con ver el cariño que los hinchas barcelonistas le dispensan a Sergio Agüero, seguramente más por ser amigo de Messi que por su aporte en el equipo, donde solamente pudo jugar un puñado de minutos y recién hoy fue titular frente a Rayo Vallecano apoyado en el gol del descuento que le marcó el pasado fin de semana nada menos que a Real Madrid.
Quizá los tiempos y las contingencias le hagan un guiño a Gallardo, ponderado inclusive por algunos colegas argentinos en España como «mejor técnico que Diego Simeone», para llegar a ponerse el buzo de entrenador de Barcelona como alguna vez lo hizo otro rosarino como Messi en la temporada 2013-2014, el «Tata» Gerardo Martino.
Fuente: ADN Sur