El Senado Nacho Torres renueva el 10 de diciembre la tercera parte de su recinto pero las autoridades de los bloques seguirían siendo las mismas. Se descuenta que el oficialismo continuará con la dupla José Mayans y Anabel Fernández Sagasti y en Juntos no hay indicios de modificar las jefaturas de Humberto Schiavoni en el PRO y Luis Naidenoff en la UCR.
Por ahora, Schiavoni es el único confirmado, tras varios telefonazos y reuniones de Horacio Rodríguez Larreta con los senadores del PRO para fumar la pipa de la paz.
El misionero juntó una mayoría para continuar, aunque no hubo muchos interesados en sustituirlo. Sólo hubo un sondeo de Guadalupe Tagliaferri, la senadora porteña que responde a Larreta, pero que finalmente se conformaría con la vice segunda del Senado, que deja la cordobesa Laura Rodríguez Machado.
La otra resistencia a Schiavoni fue de Ignacio Torres, triunfador en la elección de Chubut, la única victoria de un PRO en una elección a senadores. Desistió de dar pelea, pero armó un bloque junto a su coterránea de la UCR Edith Terenzi, la fórmula que se impuso en la provincia patagónica e intenta afianzar para la gobernación en 2023.
Además, se trató de uno de los tantos gestos de autonomía de dirigentes PRO del interior que hubo en estas semanas, cuando empezó a evidenciarse una por ahora leve rebelión. «No tenemos que ganas que nos manejen halcones y palomas», es una frase repetida.
Un slogan similar se escuchará en marzo, cuando los partidos provinciales de Juntos, liderado por Torres podrían agruparse y exigir ser una pata más del frente electoral.
Las gestiones las iniciaron referentes del frente cívico de Córdoba, de Luis Juez, quien compartirá el Senado con varias fuerzas provinciales aliadas, como las del salteño Juan Carlos Romero, la de la riojana Clarita Vega y la del sanjuanino Roberto Basualdo.
En este escenario, Patricia Bullrich ni se animó a intervenir en la disputa del Senado, pese a que hizo campaña en las provincias que elegían representantes en la Cámara alta y le terminaron arrebatando la mayoría al Frente de Todos. Cerca de Larreta aseguran que desde la oficina de Uspallata partieron recursos y logística y la ex ministra sólo se tomaba fotos con los ganadores, que conserva como trofeos.
En la UCR la pelea por las autoridades del Senado está más tranquila que en otros años, porque los números parecen sonreírles a Luis Naidenoff para reelegir. Ya se bajó de la pelea Martín Lousteau, quien podría continuar como vice de la Cámara alta y seguir el poroteo por el comité nacional con el jujeño Gerardo Morales.
A Lousteau lo sponsorea Enrique Nosiglia, quien también empuja la avanzada de Emiliano Yacobitti en Diputados, por ahora sin chances de reemplazar a Mario Negri. Pero la puesta en escena podría dejarles un reparto promisorio en las comisiones. Al Coti y a su compañero de ruta Daniel Angelici les interesa la bicameral de control de organismos de inteligencia, con representantes de ambas cámaras.
El otro anotado para la pelea del Senado es Alfredo Cornejo, quien este mes deja el comité nacional y asume de senador. «Nosotros no queremos poroteo: todo acuerdo», prometen en su entorno, sobre la necesidad de no volver a contar votos y dejar heridas difíciles de sanar. De reelegir, Naidenoff seguirá también al frente del interbloque Juntos. Parece lo más probable.