Este jueves se descubrió una placa en homenaje al recordado abogado y referente político, una de las caras visibles en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura y en particular en medio de la Masacre de Trelew y posterior Trelewazo, de los cuales se conmemoran 50 años. En la plaqueta se dejó la reserva para la instauración futura de su nombre, según resolución 013378 de marzo de este año. Se destacó su absoluto compromiso y su indiscutible coraje.
Al finalizar el acto que encabezó el presidente del cuerpo legislativo, Juan Aguilar, el hijo del «Oso» Romero, Javier, remarcó que «fue muy emotivo, lo vemos como un reconocimiento a una persona que siempre actuó con el convencimiento y el conocimiento de la Justicia sobre los ideales que él tenía, que no era poco en esos tiempos y tampoco es poco ahora, más allá de la afectación del fuero íntimo porque estoy hablando de mi padre».
«Se dedicó incesantemente a postular sus ideales, como dije una vez anterior, era consecuente, lo que pensaba lo hacía. Esta lógica de vida lo llevó por varios caminos políticos, pero nunca traicionó sus ideales de base, y esto quedó reflejado», sostuvo.
«Esto también se enmarca en la conmemoración del Trelewazo, esa especie de desobediencia cívica o insurrección popular que fue a consecuencia de la detención de los referentes políticos en agosto de 1972», evocó Romero hijo.
En tanto, en su alocución, la referente del Colectivo de Familiares de la Masacre de Trelew, Silvia Pecchi, señaló que «no podíamos estar ausentes por lo que significa la figura del recordado “Oso” Romero como lo conocíamos nosotros».
«Estamos conmemorando los 50 años de la Masacre de Trelew, en agosto, y después el Trelewazo, esa asamblea popular que se produjo repudiando en un primer momento los fusilamientos y después las detenciones arbitrarias de algunos vecinos de la zona», recordó antes de dar lectura a un texto que el propio Romero escribió en aquel entonces.
«Hay que destacar el comportamiento político de todo el pueblo, del Valle y de la Costa, y con su respuesta adecuada ante el atropello sufrido este 11 de octubre. Cuando un grupo social responde de manera inmediata y multitudinaria como lo hizo el pueblo en esa emergencia está dando cuenta de un desarrollo y consciencia política que libera todo pensamiento sobre el espontaneísmo, sino que determina la existencia de una práctica política sobre los derechos que a todo ciudadano de una comunidad corresponden y los límites en los cuales el Estado los debe respetar. Así sea un Estado ejercido por un Gobierno que poco ha demostrado sus intenciones democráticas y de respeto a los derechos de la ciudadanía. La forma unitaria que utilizó el pueblo impulsó la unidad en la acción de los dirigentes políticos. Es que no podría haber sido de otra manera, se había llegado a tocar los derechos básicos de una comunidad organizada. De la respuesta que de esa comunidad cuando le toca estar en tales circunstancias deriva su futuro político y su continuidad como sociedad. Los que vieron el accionar de nuestro pueblo pueden tomar nota, pues tiene suficiente capacidad para autogobernarse sin necesidad de interventores de otros lugares. Conocen perfectamente sus derechos y también las formas de hacerlos respetar. La unidad nos ha dado el triunfo parcial que hoy celebramos con la liberación de parte de los detenidos, no cabe otra forma de lucha por la obtención de nuestra máxima aspiración que es la libertad de todos, incluida la del doctor Mario Abel Amaya”.
«Eso escribió el doctor David Patricio Romero el 18 de octubre de 1972 tras la liberación de los primeros diez detenidos por el Trelewazo», resaltó Pecchi.
«Esto sintetiza de alguna manera quien fue David Patricio Romero, absolutamente comprometido con un coraje indiscutible y fundamentalmente exigiendo la libertad enfrente de una dictadura», enfatizó.
«El mejor homenaje para el Oso y para todos y todas quienes estamos acá es entender que es fundamental la defensa de la democracia bajo cualquier circunstancia», sentenció.
Por una cuestión jurídica, sobre el tiempo que debe existir entre el fallecimiento y la instauración de un nombre en un edificio público, la plaqueta que quedó inaugurado hoy en el Concejo deja reserva del nombre para una futura aprobación de parte del cuerpo legislativo.