La plataforma norteamericana de préstamos e intercambio en criptomonedas BlockFi se declaró este lunes su bancarrota, lo que agiganta la crisis provocada por el desplome de FTX a principios de noviembre.
De esta forma, eBlock Fi es la última firma de criptomonedas en declararse en bancarrota en medio de una caída prolongada en los precios de los activos digitales, junto con Lenders Celsius Network LLC y Voyager Digital Holdings Inc. que también solicitaron protección judicial este año.
La empresa, en una presentación ante el tribunal de quiebras en Nueva Jersey, Estados Unidos, dijo que buscará «recuperar todas las obligaciones adeudadas a BlockFi por sus contrapartes, incluidas FTX y entidades corporativas asociadas».
De momento, la firma aseguró que tenía alrededor de US$ 257 millones en efectivo y que iniciaba un «plan interno para reducir considerablemente los gastos, incluidos los costos laborales», según un cable de la agencia Bloomberg.
Exactamente hace dos semanas, la compañía detuvo los retiros de criptomonedas y dijo que estaba explorando «todas las opciones» con asesores externos, al citar la «falta de claridad» sobre el estado de quiebra FTX e Investigación Alameda.
Tras las investigaciones sobre FTX realizadas por la Comisión de Bolsa de Valores de EEUU y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos por el posible mal uso de los fondos de los clientes, no quedó claro para BlockFi dónde se financiaba una línea de crédito que recibía de FTX.
BlockFi también había estado en el proceso de transferir sus activos a FTX para su custodia, pero la mayoría de los mismos no se habían movido antes del colapso de FTX.
BlockFi fue fundada en 2017 y, desde entonces, creció con fuerza, sobre todo durante los años de la pandemia que la llevaron a abrir oficinas en Nueva York, Nueva Jersey, Singapur, Polonia y Argentina, según su sitio web.
La empresa llegó a estar valorada en US$ 3.000 millones en marzo de 2021, aunque para junio de este año su valoración había quedado reducida de aproximadamente US$ 1.000 millones.
Su quiebra sigue a la de FTX -la segunda mayor plataforma de intercambio de criptomonedas del mundo-, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares y que podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo, luego de quebrar a principios de noviembre.
Hasta ahora, la plataforma ha admitido que debe más de 3.000 millones de dólares a sus cincuenta principales acreedores, indicó la agencia Télam.
Durante el arranque del proceso de bancarrota de FTX, sus nuevos gestores denunciaron una “ausencia total de controles corporativos” y una falta de “información financiera fiable” y aseguraron que una “cantidad sustancial” de los activos de la compañía podrían haber sido robados o están desaparecidos.