En 2016, Lionel Messi anunció que dejaba la selección de fútbol, fastidiado por perder la final de la Copa América con Chile.
En esos días, un joven Enzo Fernández, el goleador del sábado ante México, le había escrito una nota en Facebook pidiéndole que no renunciara a la Selección.
Y en el partido por el Mundial de Qatar, cumplió su sueño de jugar con su ídolo y convertir un gol clave para Argentina.
La carta
«Cómo te vamos a convencer nosotros que somos unos muertos. Cómo te vamos a convencer nosotros que en nuestra vida tuvimos el 1% de presión que tenés en tus hombros, que te levantas a la mañana y te mirás al espejo y sabes que una multitud de más de 40 millones de habitantes no solamente quieren que hagas las cosas perfectas, sino que ridículamente se ha impuesto que pueden exigírtelas.Cómo te vamos a convencer nosotros que no pudimos entender que sos un ser humano, una persona con un talento inigualable, el mejor jugador del planeta pero una persona en fin, cómo te vamos a convencer nosotros si no paramos ni un segundo a darnos cuenta que vos no sos el responsable del enojo que nos provoca perder, que muchas veces tiene más que ver con frustraciones propias que se despiertan.
Mirémonos al espejo y preguntémonos si nos exigimos a nosotros mismos el 1% de lo que le exigimos a este muchacho que en verdad ni conocemos. Cómo vamos a convencerte nosotros que nos cuesta ver que en el mundo entero te halagan, que en tus vacaciones podrías estar tirado en una playa y estás ahí corriendo y representando nuestros colores para que nos fijemos si corrés o cantás el himno.
Hacé lo que vos quieras Lionel, pero por favor pensá en quedarte. Pero quedate para divertirte, que es lo que esta gente te ha quitado. En un mundo de presiones ridículas, logran sacarle lo más noble que tiene un juego. La diversión. De pibe seguro soñabas con representar a tu país y divertirte. Verte jugar a vos con la celeste y blanca es el orgullo más grande del mundo. Jugá para divertirte que cuando vos te divertís, no te das una idea lo que nos divertimos nosotros. Gracias y perdón.»