Por acción del fiscal rionegrino Marcos Sosa Luckman, Jones Huala fue trasladado discretamente desde El Bolsón a la Comisaría 36 de Dina Huapi, por un trayecto de 150 kilómetros.
Solo, sin recibir visitas, en un calabozo de la Comisaría 36 de Dina Huapi, un pequeño y apacible pueblo turístico cercano a Bariloche, en el oeste de Río Negro. Así pasó sus primeras horas de detención desde la tarde del lunes hasta la mañana de este martes Facundo Jones Huala, el activista mapuche de 36 años de edad, prófugo de la Justicia chilena desde hace un año, quien fue detenido ayer a la madrugada en El Bolsón por la Policía de Río Negro, luego de ser denunciado por ingresar a un domicilio particular rompiendo una ventana.
La Comisaría 36 es un edificio relativamente nuevo, grande, pero que habitualmente cuenta con el servicio de pocos uniformados, de acuerdo a la demanda del poblado -según publica Infobae-.
Sin embargo, desde ayer a la tarde cambió la serenidad veraniega por la movilización de móviles policiales y el incremento de la dotación policial, reforzada con el COER, cuerpo de élite de la Policía rionegrina, por la seguridad obligada por el inesperado visitante.
La detención por un delito menor, como es el daño y violación de domicilio, activó dos acciones judiciales muy trascendentes: el reclamo de la Justicia de Chile, que quiere la extradición para que termine de cumplir la condena de 9 años de prisión por incendiar un establecimiento rural, y la justicia federal argentina, que piden al detenido para extraditarlo.
Por acción del fiscal rionegrino Marcos Sosa Luckman, Jones Huala fue trasladado discretamente desde El Bolsón a la Comisaría 36 de Dina Huapi, por un trayecto de 150 kilómetros.