Luego de conocerse el veredicto del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, se quebró la amistad entre los ocho rugbiers condenados. «Estamos distanciados», aseguró Blas Cinalli, uno de los tres que no recibió la pena máxima a prisión perpetua. ¿Qué sucedió entre ellos?
En las últimas horas, las informaciones que surgieron desde el Servicio Penitenciario Bonaerense, tenían que ver respecto del delicado estado de salud mental de los culpables del homicidio doblemente agravado. Principalmente, para los cinco que recibieron la condena máxima a «35 años de prisión», pero sin posibilidad de libertad condicional (por lo que se extendería).
En este marco, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, reconocieron que se alejaron de sus amigos, luego de que obtuvieran una pena menor como «partícipes secundarios» a 15 años de cárcel.
«Estamos un poco distanciados de los otros chicos. No te voy a decir que súper peleados, pero sí distanciados de palabra«, explicó Cinalli, en diálogo con el periodista de CrónicaTV, Cristian Echeverría.
Los rugbiers se distanciaron luego de conocer el veredicto: ¿Qué pasó y cuáles fueron los motivos de la pelea según Blas Cinalli?
«No entiendo porque tienen tanto odio hacia nosotros. Ya pedimos perdón. Seguro no se soluciona nada con eso pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó. Nos escrachan por todos lados, dejen vivir, no tenemos vida», comenzó su descargo Cinalli, desde la Alcaldía de Melchor Romero.
En diálogo con el periodista de televisión, el condenado volvió a reafirmar que «ninguno ideó un plan para matar a ninguna persona, ni hubo roles», con respecto al homicidio de Fernando Báez Sosa. No obstante, rompió el silencio y cargó de responsabilidad dos de su grupo: Máximo Thomsen y Luciano Pertossi.
«No voy a echarle la culpa a Luciano, mi primo, pero él empezó forcejeando con un pibe dentro del boliche, y luego siguió afuera queriéndole pegar a un amigo de Fernando. Nosotros no queríamos pelear. Máximo y Luciano estaban casi iguales de alterados», contó sobre los hechos ocurridos el 18 de enero de 2020.
Además, aseguró que desde la condena su relación no es la misma con los demás culpables, aunque esperan «estar juntos» a pesar de que «a veces hay peleas» entre ellos.
Los posibles destinos de los rugbiers: entre los pedidos de las familias y del abogado defensor
Los familiares de los jóvenes apuestan porque sean trasladados al Complejo Penitenciario de Campana. Por un lado, por la poca distancia que mantienen con Zárate, su lugar de residencia, y porque también allí se encuentran dos personas cercanas a los condenados: Matías Pertossi (hermano de Lucas) y la hermana de Enzo Comelli, que trabaja como guardia.
Sin embargo, los «rugbiers» podrían ser separados debido a sus condenas. «Nosotros si vamos a ir a Campana. Estaría todo mucho más cerca, pero tengo entendido que a los chicos que le pusieron perpetua, los van a llevar a otro lado (…) a Máximo (Thomsen) seguro lo lleven a otro lado, no sé dónde, pero sé que lo van a trasladar y va a estar solo», explicó Cinalli.
Si bien los ocho aspiran a quedarse en el penal de Campana, uno de los únicos de la provincia de Buenos Aires que no cuenta con sobrepoblación, será el servicio penitenciario quien defina su destino.
Tras la pelea entre los condenados: ¿habrá cambios de abogado o seguirán con la defensa de Hugo Tomei?
Tras conocerse el fallo final del juicio, los implicados comenzaron a revelar su «inconformidad» con la defensa de Hugo Tomei. Sin embargo, por lo pronto, continuarán bajo la misma estrategia de mantenerse todos con el mismo abogado.
Aun así, Cinalli reveló: «Sinceramente, quiero cambiar de abogado, pero no me alcanza la plata. Nunca quise que me defienda Tomei, nunca estuve conforme, siempre quise otro abogado, pero es muy caro». En este sentido, sostuvo que otro abogado «podría haber negociado una mejor condena». «No minimizo nada, pero creo que podría haber tenido muchos años menos».