Lautaro Labbe tenía 16 años cuando falleció. En la madrugada del martes 18 de abril le dispararon en la cabeza y agonizó ocho días.
La versión oficial daba cuenta de que la Policía actuó en defensa propia porque la víctima estaba armada. Pero luego quedó claro que se trató de un homicidio.
Este viernes fueron imputados cuatro policías por el hecho. El fiscal Juan Carlos Caperochipi identificó al agente Simón Cruz como el responsable de haber disparado.
La audiencia fue presidida por el juez Miguel Caviglia y en el exterior de los tribunales de la avenida Portugal se concentraron familiares y amigos del adolescente, quienes exigieron justicia y cortaron el tránsito.
La fiscalía pidió imputar por «encubrimiento agravado» a los agentes Lautaro Valenzuela y Marcelo Ortiz, y al cabo Raúl Colque.
Mientras la querella, representada por las defensoras oficiales Lucía Pettinari y Luciana Risso, solicitó imputar a la oficial de turno, quien no estuvo presente en la audiencia.
Según el relato del Ministerio Público Fiscal, esa madrugada los policías de la Seccional Séptima habían acudido al lugar -calle 12 de Octubre y pasaje Las Rosas- por el llamado de un ciudadano que denunciaba la presencia de tres jóvenes dañando vehículos en la vía pública.
Los policías comenzaron a perseguir a Lautaro Labbe y a otro adolescente que pudo esconderse a tiempo al ingresar al pasaje. Se estableció que los policías que iban detrás de ambos fueron Cruz, Valenzuela y Colque.
En este contexto, está claro que Lautaro estaba «desprovisto de arma de todo tipo» y que «el agente Cruz, empuñando innecesariamente el arma reglamentaria, a sabiendas de que se excedía en su función policial, y con intenciones de darle muerte, efectuó el disparo hacia la parte alta» de la humanidad del adolescente.
Caperochipi pidió imputar a Cruz por «homicidio doblemente agravado por abuso de su función o cargo, y por ser cometido con arma de fuego».
Mientras a los otros tres policías se los acusa de «falsedad ideológica, agravada por ser funcionarios públicos», ya que quisieron disimular el crimen como si se hubiera tratado de un enfrentamiento armado. Según informó El Patagónico.