La pérdida de producción petrolera en Chubut se ha convertido en un problema realmente relevante que se profundiza mes a mes. En agosto pasado la retracción fue de 182 mil barriles menos anuales y en ocho meses se dejaron de extraer 504 mil barriles.
El impacto no resulta todavía peor para las cuentas públicas solamente por los efectos de la devaluación sobre el peso, que hicieron subir los ingresos en moneda nacional.
La Secretaría de Energía de Nación reveló que durante el mes de agosto se extrajeron en Chubut 4,1 millones de barriles de crudo Escalante; esa cantidad fue 4,3% menor a los 4,28 millones de barriles del mismo mes del 2022.
La caída interanual fue de 182.597 barriles y constituye el séptimo mes consecutivo de caída productiva en lo que va del año. Entre enero y agosto se dejaron de producir 504 mil barriles.
La constante retracción que se viene dando en los yacimientos de Chubut hizo que se hayan producido 3,3 millones de barriles menos que en los primeros siete meses del 2019, último año antes de que impactara la pandemia.
Crisis petrolera en puerta
El panorama petrolero chubutense se vuelve cada vez más oscuro y preocupante porque tarde o temprano la merma productiva se traducirá en despidos y menor actividad económica, además de vaciar las arcas del Estado provincial de regalías petroleras.
En agosto no se sintió la retracción productiva en las regalías solamente por el efecto de la devaluación post PASO que impuso el FMI y aplicó el Gobierno nacional.
Como las regalías se cobran en dólares y se convierten a pesos el mes pasado tuvieron una fuerte suba en moneda nacional y casi se equiparo el aumento inflacionario, pero para nada se consiguió cubrir la caída del 41% que se había producido en julio.
Los ingresos por regalías petroleras de Chubut están atados al precio del crudo Escalante, una devaluación o un aumento productivo que las operadoras se niegan a concretar mientras en paralelo migran sus inversiones hacia Vaca Muerta.