El gobernador electo, Ignacio «Nacho» Torres, viajará mañana a Buenos Aires -post balotaje- para negociar la deuda que Chubut tomó con la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) en 2019, por 1.300 millones de pesos.
En octubre de ese año, por instrucciones del gobernador actual, Mariano Arcioni; el ministro de Economía y Crédito Público, Oscar Antonena, acordó con el organismo nacional un préstamo de 1.300 millones, con una tasa anual del 95%, para pagar a una deuda salarial a los empleados estatales de la provincia.
Un dato no menor, de acuerdo a informaciones especializadas, es que hasta el 2015 las provincias no tenían deudas con la Anses, sin embargo, a partir del siguiente año, muchas comenzaron a tomar fondos del organismo previsional. Y hasta junio del 2019 la deuda total acumulada era de 120 mil millones de pesos. En aquella oportunidad, el propio Antonena había señalado que «no encontramos herramientas más eficaces. Estamos pudiendo afrontar estos pagos con un endeudamiento. No es lo más deseable, pero la tasa podría haber sido mucho más alta. Estamos en Argentina y las tasas son muy altas».
Luego de cumplir con su voto -ayer en la Escuela 5 de Trelew- Torres adelantó que el martes «vamos a tener que estar en Buenos Aires con los ministros de economía» por la deuda de Anses, ya que hay vencimiento en enero». Recalcó que «esos vencimientos deben ser más armónicos».
Posterior a la segunda vuelta electoral, «será otra realidad, y tenemos que pensar que somos gobiernos».
Consideró que desde el lunes -hoy- comenzará una nueva etapa política con un presidente con menos peso específico en el Congreso, con lo cual «hará más vinculantes a los gobernadores». Se mostró entusiasmado al «ver que las provincias vamos a tener un rol importante» y enfatizó sobre el diálogo que mantiene los gobernadores electos de la Patagonia, la conformación de un bloque propio que «será histórico».
Transición
Sobre el contexto provincial y la transición, dijo que «no fue una buena semana, la que pasó» tras denunciar una suerte de «extorsión» para cumplir con favores personales en el ámbito parlamentario, «acomodando familiares y amigos» y que de esa manera pueda sesionar la Legislatura.
«No lo vamos a avalar», puntualizó el gobernador electo, valorando la decisión del directorio del Issys de dar marcha atrás la designación de Cristian Ayala como gerente general: «Es bueno y que sea ejemplificador».