El hecho ocurrió el domingo después del mediodía en un tradicional comercio, en el que ya han robado varias veces. Mientras los delincuentes cometían el atraco y tenían reducidos a las empleadas en un baño, pusieron llave a las puertas del local colocando un cartel en el que le advertían al público que estaba cerrado por mantenimiento.
Se habrían alzado con más de “40 millones entre dólares y plata de circulación nacional” que habrían “sacado de tres cajas fuertes”, pero la policía ni siquiera dio detalles del hecho, dio lo mínimo y al día siguiente. Todo trascendió por redes sociales a las pocas horas del atraco y luego la información fue levantada por los distintos medios del Valle.
Se sospecha que hay “un entregador”. Alguien que les pasó datos certeros a los asaltantes, porque solo una de las cajas estaba a la vista, las otras no.
El hecho, que fue violento, ocurrió el domingo a la hora de la siesta en una farmacia tradicional de Trelew en la que ya han robado varias veces. En una ocasión incluso, hace ya varios años, balearon a un empleado. Fue en la calle 28 de Julio entre Pecoraro y Ameghino, a cien metros de las instalaciones del hospital público de la ciudad y a cuatro cuadras de la comisaría Primera.
Allí entraron al menos cuatro delincuentes, dos con armas de fuego, redujeron a dos empleadas, las encerraron en el baño y durante treinta minutos se dedicaron a abrir violentamente las cajas fuertes y sustraer el dinero que tenían dentro. Mientras esto ocurría y para evitar que ingresara algún cliente, cerraron con llave las puertas del comercio tras colocar un cartel en el que se advertía al público que estaba “cerrado por mantenimiento”.
Lo llamativo y que puede servirle a la policía para llegar hasta alguno de los autores del atraco es que dejaron que las cámaras de seguridad del lugar continuaran funcionando y tampoco –como suele ocurrir en casos como este—se llevaron el DVR, el aparato en el que se almacenan las imágenes.