El presidente celebra haber alcanzado un superávit de 0,2% del PIB en tres meses “pese a la oposición de buena parte del establishment político y económico de Argentina”
“Quiero decirles a todos los argentinos que la situación que estamos viviendo es dura, pero también que ya hemos recorrido más de la mitad del camino”, ha afirmado este lunes por la noche el presidente argentino, Javier Milei, en un mensaje grabado con el que ha interrumpido la programación habitual de la televisión abierta. En su tercer discurso emitido por cadena nacional desde que asumió la presidencia, Milei ha celebrado que Argentina registra tres meses sin déficit fiscal, algo que el país no veía desde 2008, durante el primer año de mandato de Cristina Kirchner (2007-2015), y que su Gobierno ha logrado un superávit financiero del 0,2% del PBI durante el primer trimestre del año. “Este milagro económico responde a lo que durante la campaña llamamos motosierra”, ha afirmado Milei. “Pese a la oposición de buena parte del establishment político y económico de Argentina, a quienes sistemáticamente ponen en cuestionamiento nuestras ideas y pregonan por nuestro fracaso para volver al poder, nuestro plan está funcionando”.
Milei había grabado el mensaje por la tarde de este lunes ante una gran expectativa: el viernes, en un foro empresario, había adelantado que tenía anuncios económicos, y eligió darlos en la víspera de la convocatoria a protestas masivas que se esperan en las calles de las principales ciudades del país este martes por los recortes en la educación pública. No tenía anuncios, pero el presidente ha aprovechado la oportunidad para defender su ajuste fiscal acompañado de su ministro de Economía, Luis Caputo, y las autoridades del Banco Central. “El déficit cero no es solo una consigna de marketing para este Gobierno, sino que es un mandamiento”, dijo el presidente en tono electoral. “La era del supuesto Estado presente ha terminado. Ha sido un fracaso estrepitoso que ha sumergido al 60% de la población en la pobreza”.
El ajuste que Milei ha celebrado este lunes se ha basado en gran parte en grandes recortes que incluyen las transferencias a las provincias, el freno a la obra pública y la licuación de jubilaciones y planes sociales gracias a la inflación, que acumula más de 60% desde diciembre. En el primer trimestre del año, el Gobierno recortó en un 62% la transferencia de fondos federales a las provincias comparado con el mismo periodo en 2023, según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), una organización no gubernamental que monitorea el gasto público. En su último informe, la ASAP reporta otras reducciones durante el mismo trimestre: el 67% en subsidios a la energía, el 32% en el presupuesto universitario o un 38% en las transferencias al servicio de salud de los jubilados.
Las pensiones han sido el primer gran escollo que enfrentó el Gobierno estos meses. Para marzo, el 38% del tijeretazo fue a las pensiones, lo que ha convertido a los jubilados en la primera línea del ajuste de Milei en el arranque de su mandato. En los primeros tres meses del año, los precios se dispararon en promedio un 70% y los medicamentos, un 77%; las pensiones y jubilaciones, en cambio, solo han aumentado un 27%, a excepción de la mínima –unos 230 dólares–, a la que se ha sumado un bono para impedir que quedase por debajo de la línea de la pobreza.
“De los cinco puntos del déficit del Tesoro que hemos ajustado solo 0,4% responde a la pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones. El restante 4,6% de ajuste que hemos logrado se debe íntegramente al recorte del gasto público que la política utilizaba indiscriminadamente para comprar voluntades”, ha justificado Milei.
“Por primera vez en mucho tiempo no se le traslada el costo del ajuste a la mayoría de la población”, ha afirmado el presidente. La pobreza en Argentina ha subido ocho puntos este año y ha alcanzado, según estudios privados, a casi el 60% de la población.
El presidente había adelantado que daría este anuncio el viernes pasado, cuando dio un discurso en el foro Llao Llao, que reúne todos los años a los empresarios más importantes del país en la ciudad patagónica de Bariloche. Allí, Milei celebró que su Gobierno lleva a cabo “el ajuste fiscal más grande de la humanidad”, y calificó de “héroes” a los empresarios argentinos que “escaparon de las garras del Estado” fugando capitales ante las restricciones cambiarias que marcaron las últimas dos décadas de inestabilidad económica. Milei insistió en retratarse como un forastero en la arena política que llegó al Gobierno heredando “la peor crisis de la historia” y que su Gobierno estaba “generando las condiciones para que Argentina vuelva a crecer”. “Muchachos, en algún momento van a tener que poner las pelotas e invertir”, les dijo al final de su discurso.
Mientras Milei hablaba en Llao Llao, el Fondo Monetario Internacional elogió sus resultados contra la inflación y la acumulación de reservas en el Banco Central. “El plan de estabilización de la autoridad ha dado mejores resultados de los que esperábamos, que los que obtuvimos en nuestra última revisión del programa [en enero]. Tenemos el primer superávit fiscal en una década”, afirmó el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, en una conferencia de prensa. “El balance del Banco Central se está fortaleciendo y la inflación, aunque aún alta, está bajando más rápidamente de lo que anticipamos”, dijo Valdés. Argentina encarará en mayo la octava revisión del plan de pagos que acordó el Gobierno peronista en 2022 sobre la deuda de 44.000 millones de dólares que había tomado el presidente Mauricio Macri en 2018. Milei, que había prometido un ajuste “mayor” al del FMI y que prometió revertir el déficit fiscal para finales de 2024, llega a su segunda gran reunión con el FMI con ese espaldarazo.