Este exoplaneta, unas cincuenta veces más grande que Júpiter, pero con una densidad aproximadamente una décima parte de este gigante gaseoso, ha desconcertado a los astrónomos.
Aunque es el segundo planeta más ligero descubierto hasta la fecha, su composición y formación desafían las teorías actuales.
El descubrimiento de WASP-193b se logró gracias al meticuloso trabajo del observatorio WAPS-Sur, que detectó las disminuciones periódicas en el brillo de la estrella que orbita. Este hallazgo fue confirmado por espectros de alta resolución obtenidos por los espectrógrafos HARPS y CORALIE en el observatorio de La Silla, en Chile.
Los científicos aún no pueden explicar cómo se formó un planeta tan ligero y voluminoso como WASP-193b. La densidad extremadamente baja sugiere una atmósfera compuesta principalmente de hidrógeno y helio, pero ningún modelo actual de formación planetaria puede dar cuenta de la naturaleza de este exoplaneta.
WASP-193b ofrece una oportunidad única para comprender mejor la formación y evolución de los planetas gigantes ultraligeros. Los científicos esperan que futuras observaciones, posiblemente con el telescopio espacial James Webb, arrojen luz sobre este enigma cósmico.
Fuente: El Mundo.