Argentina campeón hace 2 años. La Selección, que venía de ganar la Copa América 2021 y la Finalissima 2022, llegaba a Qatar con un impresionante invicto de 36 partidos y en un gran nivel, por lo que se ilusionaba como nunca con cortar la racha de 36 años sin ganar un Mundial.
El 18 de diciembre de 2022, Argentina vivió una jornada histórica al ganar la final del Mundial de Fútbol Qatar 2022, en un partido inolvidable que quedará marcado en la memoria de todos los aficionados al fútbol.
La selección nacional, dirigida por Lionel Scaloni, se enfrentó a Francia en una final que ya se anticipaba como una de las más emocionantes de la historia. El resultado fue un 3-3, con goles de Lionel Messi (2) y Ángel Di María para Argentina, y Kylian Mbappé (3) para Francia. Sin embargo, fue en la tanda de penales donde Argentina demostró su carácter y se impuso por 4-2, obteniendo su tercer título mundial.
Este triunfo coronó un proceso exitoso encabezado por Scaloni, quien había logrado estructurar un equipo sólido, lleno de talento y con un equilibrio perfecto entre juventud y experiencia. La presencia de Lionel Messi, que alcanzó la cúspide de su carrera con este campeonato, fue clave para el éxito argentino. El astro rosarino marcó dos goles en la final, uno de penal y otro en jugada, y demostró su liderazgo en el campo, guiando a su equipo en cada momento decisivo. Su rendimiento lo consolidó como el mejor jugador del torneo, llevando a su selección a lo más alto.
En el primer tiempo de la final, Argentina dominó el juego, con un gol de Di María tras una gran jugada colectiva y un penal convertido por Messi. Sin embargo, el segundo tiempo fue una montaña rusa emocional. Francia, con un imparable Mbappé, logró igualar el marcador en un lapso de dos minutos, llevando el partido a tiempo extra. Allí, Messi volvió a marcar, pero Mbappé no se quedó atrás y, con otro gol de penal, empató una vez más, llevando la definición al límite.
La tanda de penales fue el colofón de una final épica. Emiliano “Dibu” Martínez, arquero de Argentina, se convirtió en héroe al atajar uno de los penales decisivos, mientras que los jugadores argentinos, liderados por Messi, acertaron todos sus disparos. El gol de Gonzalo Montiel, que marcó el penal definitivo, desató la locura en el estadio y en las calles de Argentina, que ya comenzaba a celebrar el regreso al título mundial, 36 años después de la victoria en México 1986.
En Buenos Aires, la Avenida 9 de Julio se convirtió en un mar de personas, donde los hinchas se abrazaban, lloraban de emoción y hacían sonar bocinas sin cesar. En el Obelisco, el epicentro de las celebraciones, la multitud desbordaba las calles, con los fanáticos coreando el nombre de los campeones y de Messi, el hombre que se había ganado el corazón de todos los argentinos.