Brecha de género IA. La inteligencia artificial modifica la forma en que trabajamos, pero no todas las personas surfean esta ola tecnológica por igual.
Un estudio del Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) reveló que existe una significativa brecha de género en el uso de herramientas como ChatGPT: mientras que el 50% de los hombres reportó el uso de IA generativa en los últimos 12 meses, solo el 37% de las mujeres lo hizo.
Esta diferencia podría tener efectos reales, ya que el uso de estas herramientas será cada vez más fundamental en el futuro cercano y podría acentuar más aún la brecha laboral. Un análisis realizado por la consultora McKinsey predice que para 2030 el 29,5% de las horas trabajadas podrán ser automatizadas, con 8 puntos porcentuales atribuidos específicamente a la IA generativa. Goldman Sachs, por su parte, pronostica que la IA podría automatizar el equivalente a 300 millones de empleos a tiempo completo en todo el mundo durante la próxima década.
Las mujeres podrían verse especialmente afectadas por esta transformación. Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte encontró que 8 de cada 10 mujeres, aproximadamente 59 millones de trabajadoras en Estados Unidos, tienen ocupaciones «altamente expuestas a la automatización por IA generativa», en comparación con 6 de cada 10 hombres. Los roles más vulnerables son los trabajos administrativos y de oficina, que históricamente contaron con predominio femenino.
El BIS atribuye dos tercios de esta brecha al conocimiento sobre la tecnología. El tercio restante se explica por los niveles de confianza: a las mujeres les preocupa más compartir datos, mientras que los hombres ven mayores beneficios laborales y menos riesgos en el uso de la IA. «Con la tecnología actual, no te podés dar el lujo de quedarte afuera», advierte Sander vant Noordende, CEO de Randstad, la agencia de empleo más grande del mundo.
Esta resistencia a las nuevas tecnologías tiene raíces profundas en el condicionamiento social. Las investigaciones muestran que históricamente las mujeres enfrentaron consecuencias más graves que los hombres cuando fallaron en el ámbito profesional. Esto derivó en una mayor aversión al riesgo, ya que perciben correctamente que tienen más probabilidades de sufrir consecuencias negativas.
«Esto se manifiesta de muchas formas distintas», explica Laura Globig, neurocientífica cognitiva e investigadora posdoctoral de la Universidad de Nueva York. «Los estudios muestran que las mujeres, por ejemplo, se consideraron en mayor riesgo que los hombres de enfermarse durante la pandemia de Covid-19». Sin embargo, Globig sostiene que hay formas de contrarrestar esta dinámica en relación con la IA: «Cuanto más control sentimos los humanos, más dispuestos estamos a tomar riesgos. Si empoderamos a las mujeres con alfabetización digital, esa podría ser una forma realmente importante de cerrar la brecha de género en IA».
La industria que produce IA generativa también refleja este desequilibrio. Un análisis realizado en Alemania sobre casi 1,6 millones de empleos en IA en todo el mundo encontró que las mujeres representan solo el 22% del talento en IA, y aún menos en niveles superiores. Esto genera preocupación sobre los sesgos de género que podrían filtrarse en el diseño de la IA. Si se busca ampliar la base de usuarios de IA, es necesario asegurar que también cambien las caras de quienes la construyen.
Sin embargo, hay señales de cambio. Un informe de Deloitte publicado en noviembre mostró que la cantidad de mujeres que usan o experimentan con IA generativa se triplicó en 2024 respecto al año anterior, mientras que en los hombres solo aumentó 2,2 veces. Los autores predicen que, a pesar de la persistente brecha, las mujeres podrían superar a los hombres en el uso de esta tecnología tan pronto como el año próximo en algunos países.
La brecha se reduce aún más cuando se mira específicamente el sector tecnológico. El estudio de Deloitte encontró que las mujeres que trabajan en tecnología confían en la IA tanto como sus colegas hombres. Además, estas profesionales tienen más probabilidades de decir que sus empleadores fomentan el uso de IA generativa y brindan capacitación.