La Niña sequía Argentina. Se esperaba que el fenómeno meteorológico de La Niña, que causó estragos en las explotaciones agrícolas argentinas hace tan sólo dos años, fuera más benévolo en esta ocasión. Pero a medida que la temporada de cultivo se pone en marcha, una larga racha de tiempo seco está surgiendo de nuevo.
Los agricultores se enfrentan a una incipiente sequía y necesitan que llueva en las próximas semanas para evitar pérdidas en los cultivos de soja y maíz. La Niña, que suele traer sequía a Argentina, está de repente en boca de los agricultores de todo el cinturón de cultivos de primera.
“Todo lo que leo en los grupos de mensajería son gritos pidiendo agua”, dijo Francisco Perkins, un agricultor de Pehuajo. “La cosa se puede poner fea”.
La Niña es un problema grave en Argentina, primer proveedor mundial de harina y aceite de soja procesados. La cosecha nacional de soja fue devastada por una sequía provocada por La Niña durante la temporada 2022-23, reduciendo la cosecha a la más pequeña desde principios de siglo.
“Estamos en un punto de inflexión”, dijo el productor Santiago Olano en Intendente Alvear. “La demanda de agua de las plantas está a punto de dispararse seriamente, pero no hay reservas en el suelo. Si no llueve mucho en las próximas dos semanas, los rendimientos caerán”.
Este patrón meteorológico se repite esta temporada justo cuando los cultivadores se enfrentan a un contexto económico desfavorable, con precios bajos y una moneda local fuerte. Esto ha reducido sus márgenes de beneficio a mínimos no vistos en una década, según un informe de investigación de la casa de corretaje Latin Securities de Buenos Aires.
La escasez de cosechas agrícolas también puede perjudicar la apuesta del presidente Javier Milei por un repunte sostenido de la economía.
Las siembras de la región pampeana han empezado con mal pie. La cosecha de soja se realiza en el segundo trimestre y requiere lluvias en enero y febrero para rendir bien.
“Durante la primavera y los primeros días del verano, La Niña ha comenzado a hacerse sentir, produciendo déficit hídrico en gran parte de la región agrícola”, escribió el martes en un informe Eduardo Sierra, climatólogo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Las previsiones no son buenas. Los mapas meteorológicos publicados por Sierra predicen precipitaciones inferiores a la media hasta marzo, según publicó BL.
“La expectativa es de lluvias irregulares, lo que afectaría el crecimiento de los cultivos en zonas clave”, dijo Cecilia Conde, analista jefe de estimaciones de la bolsa, en un mensaje telefónico. Para estar seguros, dijo, varios rincones de la zona núcleo están bien.
La Bolsa de Comercio de Rosario, que tiende a ser más rápida que sus rivales en la revisión de las cifras de cosecha, tiene previsto publicar su informe mensual de estimaciones el miércoles. Su previsión actual es de entre 53 y 53,5 millones de toneladas métricas.
“La soja y el maíz van relativamente bien por ahora”, dijo Santiago Fernández de Maussion, agricultor de Jesús María, provincia de Córdoba. “Espero que la sequía no venga por aquí”.