Goma, la ciudad más grande del este de la República Democrática del Congo (RDC), ha caído en manos de una alianza de rebeldes encabezada por Corneille Nangaa. Líder de la facción M23, quien ha prometido continuar su avance hacia la capital, Kinshasa. En un discurso tras la caída de la ciudad, Nangaa aseguró que su objetivo es derrocar al gobierno del presidente Félix Tshisekedi. Añadiendo que sus fuerzas están listas para tomar el control de todo el país.
Aunque algunos informes no confirmados indican que los rebeldes, apoyados por Ruanda, se estarían acercando a Bukavu, la segunda ciudad más grande del este. La comunidad internacional ha urgido un alto el fuego.
Sin embargo, las fuerzas de Nangaa se han consolidado en Goma, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Tshisekedi. Quien aseguró que el país está llevando a cabo una «respuesta vigorosa y coordinada» para recuperar el territorio perdido. Indica el diario R3cp
«La República Democrática del Congo no se dejará humillar ni aplastar», afirmó Tshisekedi en su discurso, mientras la crisis humanitaria en la región empeoraba. La ONU ha informado que los combates han desplazado a unas 500.000 personas, lo que agrava una situación ya crítica.
A pesar de los llamados internacionales a la paz, Nangaa no ha dudado en declarar que los rebeldes continuarán su marcha hacia la capital. Aunque expertos señalan que el avance hasta Kinshasa parece improbable debido a la vastedad del territorio. Los analistas recuerdan que un avance similar ya ocurrió en 1997, cuando fuerzas respaldadas por Ruanda derrocaron al dictador Mobutu Sese Seko.
La situación ha incrementado las tensiones entre Ruanda y la República Democrática del Congo. Con el gobierno congoleño acusando a Ruanda de apoyar a los rebeldes del M23, lo cual ha sido negado por Kigali. La situación se ha complicando aún más tras las críticas de Sudáfrica, que acusó a Ruanda de responsabilidad en las muertes de pacificadores. Mientras el presidente Paul Kagame se mostró dispuesto a confrontar a Sudáfrica si fuera necesario.
El clima de tensión se intensifica con declaraciones de líderes internacionales. La ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y China. Han solicitado la retirada de las fuerzas ruandesas en territorio congoleño, y algunos países donantes, como Reino Unido y Alemania. Han amenazado con retirar su ayuda económica a Ruanda. El Reino Unido tiene comprometidos 32 millones de libras anuales en ayuda bilateral, una cantidad que podría verse afectada por la actual ofensiva del M23.